Nunca vamos sobrados de historias de amor. No hablamos, en este caso, de las que se asoman desde las pantallas y nos acompañan en las tardes de sofá y manta, sino de aquellas cercanas, de las que unen a vecinos y vecinas, como la que protagonizan Mangi Caldevilla y Fátima Vaca. Ambos se prometieron el pasado domingo en Ferrol, aprovechando la fiesta de Os Maios y el vídeo del momento se hizo rápidamente viral en las redes sociales.
El videógrafo de Iris Producións querría haber hincado rodilla —metafóricamente, aclaremos— ya durante As Pepitas, habiendo planificado una sorpresa contando de nuevo con la complicidad de la rondalla Só Elas, desde el balcón de la casa de ambos en la calle Magdalena, pero Fátima tuvo que volar de urgencia a su Bolivia natal para pasar los últimos días con su madre. Tampoco pudo ser cuando la agrupación celebró sus primeros cinco años y nombró padrino de honor a Javier Gutiérrez.
Así que, a la tercera, fue la vencida, y ¿qué mejor momento que en la comida popular de Os Maios de Canido entre las rondallistas compañeras de Fátima? Contando con la presentación de dos de los padrinos, Mangi se subió a una silla y, megáfono en mano, llamó a su ahora prometida para proponerle matrimonio. "Yo pensaba que se iba a echar a cantar", confiesa ella, divertida, relatando que le temblaban las piernas cuando se supo protagonista del momento.
"Era el Día de la Madre, el primero sin la mía, y tenía sentimientos encontrados, sonrisas y lágrimas; pero además era el cumpleaños de Manuel —ella prefiere el nombre formal y no el apodo por el que se conoce a su prometido— y estaba con la rondalla, que para mí es más que mi familia aquí", relata Fátima, que va camino de los 18 años en Galicia. La coincidencia quiso que, trabajando en Argentina, su jefe fuese un gallego de Miño que no paraba de contarle historias del terruño, despertando en ella las ganas de conocer ese lugar mágico al que aquel hombre añoraba tanto.
De vuelta a su localidad natal de Santa Cruz, la necesidad de sacar adelante a su hija le hizo hacer las maletas de nuevo y el azar —que, en esta historia, es caprichoso como el de Serrat— la puso en contacto con una paisana suya que estaba viviendo, precisamente, en Miño y tenía una habitación libre. "Me fui para allá, empecé a poner anuncios y a la semana siguiente ya estaba trabajando en Ferrol", comenta sin perder la sonrisa, como haciendo fácil el empedrado camino de la emigración.
Llegó sola para abrirse paso, dejando allá a su hija Daiana, y al poco tiempo se mudó al ferrolano barrio de A Magdalena. No sabía que tiempo después, llegaría al primero del mismo edificio Mangi Caldevilla, atraído por el balcón y las galerías para grabar desde allí las procesiones de Semana Santa. "Tuve un problema con el agua, así que nada más llegar ya la conocí, vi su sonrisa resplandeciente y fue amor a primera vista", concluye el videógrafo, confirmando que llevan unos seis años de relación.
No obstante, Fátima aclara que ella se hizo de rogar algo más, y fue entonces cuando entró en juego otra pieza fundamental del ferrolanismo: la Semana Santa. "Me grabó en la procesión de Os Caladiños y me vino a pedir el número para pasarme los vídeos", recuerda entre risas. "La verdad es que a medida que pasa el tiempo, estamos mejor", dicen ambos, también muy involucrados con la fiesta de As Pepitas. "Me gustó desde que llegué a Ferrol", apunta ella, que está en Só Elas desde hace un par de años.
"Desde que las vi cantando en el Sevilla quise cantar con ellas. Son más que una familia para nosotros y siempre han estado apoyándome, a mi lado, también cuando pasé hace poco por una enfermedad", valora esta ferrolana de Bolivia. De hecho, aunque para la boda todavía no tienen fecha, sí confirman que la rondalla estará con ellos en un día que auguran "muy especial" y que el oficiante será uno de los padrinos, Dani Ríos: "Lo importante es que estemos todos felices", concluyen.
¿Y qué les han dicho estos días después de una pedida de mano que les ha hecho famosos? "Nos para gente por la calle diciéndonos si somos 'los enamorados'. Imagínate, yo soy muy vergonzosa, pero ya sé que es un peligro estar con un 'showman' como este", bromea Fátima, asumiendo encantada que esta no será la última sorpresa que su enamorado le tiene preparada en la bonita vida que seguro les espera como marido y mujer.