En estos días previos al Domingo de Ramos, las instalaciones de la Cofradía de la Merced en la calle María de Ferrol se quedan minúsculas. Candelería a la que sacar lustre, un olivo al que no dejan de salirle ramas nuevas y el tradicional reparto de hábitos son solo algunas de las tareas que llevan a cabo los integrantes de una hermandad que este año, con 450 miembros, está batiendo récords.
Helena Pena, la hermana mayor, confirma que detrás de las procesiones hay “muchísimo trabajo, llevamos meses planificando e incluso ya tenemos una hoja de sugerencias para 2026... Somos un poco frikis”, concluye. Junto a ella, reciben a Diario de Ferrol Alfonso Balsa, organizador general; Carmen Ramírez, de la Priostía, y Javier Medida, mayordomo de la dotación de portadores y portadoras.
Para aquellos que todavía no están familiarizados con el término, Carmen explica que ella y sus compañeros son “niños que ayudamos a preparar la Semana Santa, no con cosas tan profesionales como los adultos, pero sí limpiando candelería, preparando hábitos...”. Ella entró en la Merced hace cuatro años y lleva dos echando una mano, algo que “me encanta, lo paso bien y todo el tiempo libre que tengo lo empleo aquí y colaboro en lo que puedo”.
El papel de Alfonso es crucial para que las procesiones luzcan tal y como están planeadas y no es habitual que lo ejerza un cofrade de tan solo 22 años, como él. “Yo tengo que procurar que todo sea más fluido, más natural, que haya conexión entre todos... Ser el pegamento para que todo salga bien, que no haya descoordinaciones”, sostiene. Lleva siendo mercedario desde los siete años, cuando le convencieron en el Tirso de Molina, y confirma que “engancha”.
Por su parte, Medina lleva siete años al martillo de la dotación y es la primera vez que logran mantenerla durante tres años casi al completo, lo que supone una lista de espera de unas 20 personas y también una ventaja al tratarse de gente veterana que “ofrece garantías y es un gusto, un grupo muy bueno”. De hecho, confiesa, “empezamos a ensayar el 13 de enero por petición popular, están supercomprometidos” y augura sorpresas, sobre todo en la recogida de la Humildad, el Jueves Santo, que será “digna de ver”.
Helena que, ironiza Medina, es ponerse a hablar un poco sobre lo que se viene la semana próxima y “ya está para llorar”, sostiene con emoción que desde la Merced “siempre tenemos ese punto de querer tocar la fibra de las personas y estamos buscando la manera de que la gente vea la parte sentimental” porque, incide, “al fin y al cabo, todo esto es corazón: nos emocionamos, lloramos y sufrimos... Que la gente de fuera pueda participar de nuestro sentimiento y de lo que hacemos es uno de los objetivos”.
¡Siguiendo esta máxima, una de las propuestas de este año es una urna que se instalará en la capilla mercedaria durante el besamanos de la Cautiva, que se hará el sábado y el domingo: “La gente podrá escribir en un papel su petición, una oración, un agradecimiento... y meterlo allí. Ella la llevará bajo su manto en la procesión y estarán allí hasta el Miércoles Santo del año próximo para que Nuestra Señora de los Cautivos haga su magia. Porque cumple, siempre lo digo. Quizás no como tú quieres, pero lo hace”.
Además de las tres procesiones que la hermandad pone en la calle el Miércoles, Jueves y Viernes Santo —La Cautiva y el Redentor a las 19.00, Nuestro Padre Jesús de la Humildad en el Beso de Judas a las 18.30 y el Crucificado a las 16.30 horas, respectivamente— y la que comparte con la Soledad y las Angustias el Domingo de Resurrección, su calendario está salpicado de actos que no dejan de multiplicarse.
La Semana Santa de la Merced empieza este sábado, Sábado de Pasión, con la apertura de la capilla para el besamanos, en torno a las 10.30-11.00 horas. Se cerrará a mediodía y por la tarde coincidiendo con la ceremonia del Escudo y del Envío —recibiendo a 26 nuevos monaguillos y con 39 que pasan a ser numerarios—. El Domingo de Ramos estará abierta en turno matutino y vespertino, concluyendo a las 20.30 con la actuación musical de Acotaga, a cuyos miembros se les entregará una insignia por el hermanamiento entre la formación musical y la cofradía.
El Lunes Santo se celebra en el templo de Ucha el viacrucis del Movimiento Juvenil Mercedario y el Martes Santo, después de la retirada de la Esperanza, en torno a la media noche, repetirán el acto que estrenaban el pasado año, cuando abrieron por primera vez al público la subida al trono de la Cautiva. Además, cada día de procesión tendrán abierta su sede canónica para que el público que lo desee pueda ver las imágenes en sus pasos.
Son momentos, inciden, que “eran entre nosotros, para los de casa, que creíamos que a la gente podría no interesarles, y viene muchísima a verlos”. El Jueves Santo, por la mañana, van a vender la candelería con el objetivo de recaudar fondos para la bolsa de caridad y también las flores de cera, acompañadas de una estampa. Al día siguiente, se repite la venta pero, en este caso, será de trocitos de la rama y lascas del Humilde, avanzan.
Finalmente, el Sábado Santo estrenarán un acto en el que aunarán “fe, esperanza, caridad y Merced”, que son las palabras que irán escritas este año en las velas que acompañan a la Cautiva. Sin querer desvelar los detalles, Helena Pena confirma que tendrá un cariz eminentemente social.
Preguntados por el auge del mundo cofrade en la actualidad en Ferrol, Carmen tiene claro que tiene que ver con que la ciudad “está creciendo mucho y muy rápido; se ha visto con el ascenso del Racing, que es todo ‘Ferrol, Ferrol, Ferrol’... La verdad es que está de moda y la Semana Santa más”.
Alfonso, por su parte, destaca que es “su santo y seña” y que son “sobre todo los jóvenes que están deseando participar en las procesiones desde que somos pequeños”. Medina introduce a la vez el factor “redes sociales” porque, recuerda, “nos ayudan a que esto sea mucho más visible y llegar a la juventud, que se mueven en ese medio y les entra el gusanillo”.
La hermana mayor, además, recuerda que antes la Semana Santa solo eran unos días y “ahora estamos todo el año, así que la gente está más involucrada... La Priostía, por ejemplo, está trabajando siempre, pero pasa en todas las cofradías: estamos en movimiento”, concluye.