Caneliñas, en la pista de despegue

La dársena exterior afronta un momento clave en su puesta a punto
Caneliñas, en la pista de despegue
El presidente del Puerto, Francisco Barea, con el viaducto de A Malata a sus espaldas | Jorge Meis

La conexión ferroviaria del puerto exterior de Ferrol jugará un papel clave en el desarrollo del potencial que tiene la infraestructura. Las previsiones del organismo que preside Francisco Barea dicen que las obras concluirán a finales de este año y que en el ejercicio que viene estará en condiciones de comenzar a operar.
 

“La puesta en marcha del ferrocarril reforzará la competitividad del puerto exterior e impulsará el potencial que tiene actualmente”, explica Barea, que considera su entrada en funcionamiento “uno de los grandes hitos y un antes y un después no solo para la terminal de contenedores, sino para el desarrollo del puerto exterior y, por lo tanto, de Ferrolterra”. 

 

 

Con todo, el presidente del Puerto advierte de que la obra, “de una gran complejidad”, tendrá que estar acompañada de otras actuaciones que ya se escapan de la competencia del organismo. ADIF tiene en licitación la renovación de la vía –que incluye la dotación de ancho métrico– desde la estación de tren de la ciudad hasta el límite con el puerto, en A Malata –es una actuación de unos 27 millones que cofinancia en un 10% el Puerto–, pero el problema sigue estando de la estación hacia fuera, es decir,  en la conexión con A Coruña. 

 

 

“Necesitamos una continuidad más allá de los terrenos portuarios, y para eso necesitamos algo más que palabras: necesitamos compromisos, concreciones y avances reales para que Ferrol no se quede atrás. Y, de momento, eso no lo tenemos”.

 

Nuevas energías y líquidos


Junto con el tren, otros dos factores serán determinantes a medio y largo plazo: las nuevas energías y los graneles líquidos. Las primeras pivotan sobre el proyecto Faro Verde que ya está en marcha a través de su primera iniciativa, la instalación de fotovoltaica en los terrenos “ociosos” o no utilizables para la actividad portuaria en Caneliñas. Lo impulsa la compañía PWR Capital y está a punto de arrancar.


Esta iniciativa se acompaña de la llegada de empresas como Proinlosa, para la fabricación de elementos de eólica offshore, que ya ha iniciado los trabajos para su implantación, y Nervion, con su planta de ensamblaje de estructuras de eólica marina. 

 

 

Los graneles líquidos ya tienen un peso específico importante en los balances y la actividad del puerto, pero esta relevancia se reforzará considerablemente con nuevos proyectos como, recuerda el presidente del Puerto, “la inversión de 22 millones de Masol para la ampliación de sus instalaciones o la construcción en los terrenos de la antigua Entabán de la terminal para hidrocarburos de DBA Ferrol Port, a la que se destinarán 16 millones”.

 

 

“Tendremos un puerto para el futuro con las energías del futuro”, asegura Barea, “donde los tráficos no se medirán solo por toneladas, sino por valor añadido, porque todas estas iniciativas están acompañadas de nuevas industrias y, por tanto, de empleo”. Esa es la vocación del puerto y en lo que estamos trabajando, en consolidar y potenciar ese papel que debemos jugar para contribuir al desarrollo de Ferrolterra y del norte de Galicia. No es un camino fácil, pero ahora tenemos claro cómo llegar a ese objetivo”.

Caneliñas, en la pista de despegue

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