Cáritas Diocesana Mondoñedo-Ferrol ha detectado un aumento en la demanda del programa para personas sin hogar en este 2022. Hasta ahora han atendido a 439 personas en el centro de día y a 23 en los pisos de tránsito para la vida autónoma. El año pasado fueron 406 y 17, respectivamente.
El incremento no es solo cuantitativo, hay un salto en la edad de las personas que demandan ayuda, que aumenta entre los más jóvenes. Las edades comprendidas entre los 18 y los 35 años suponían en 2021 un 19% del total, ahora son un 30%.
Las nuevas realidades del “sinhogarismo” incluyen además perfiles de personas migrantes y refugiadas, que también han aumentado, pasando de un 17% de personas extranjeras a un 39% en lo que llevamos de 2022. Desde Cáritas consideran que este incremento está motivado por la llegada de personas solicitantes de protección internacional a la ciudad, “la irregularidad sobrevenida por la pérdida de empleo o la llegada de personas y familias migrantes”.
No todas las personas sin hogar se encuentran en la misma situación, y se establecen gradaciones según se duerma en la calle, se esté sin vivienda, el hogar sea inseguro o sea inadecuado. “Las personas que están en la calle y las que van de alojamiento en alojamiento son la cara más conocida de este fenómeno. Sin embargo, las personas que viven en chabolas, caravanas, en asentamientos o en viviendas cedidas son la parte más invisible”, explican.
En su informe sobre exclusión y desarrollo social en España, presentado a principios de año, constatan que una de cada cinco familias tiene graves dificultades en relación al acceso y al mantenimiento de una vivienda.
La organización reclama la existencia en el Estado de un parque público suficiente como para atender estas emergencias y, al tiempo que acompañan a las personas sin hogar, reclaman sus derechos y la no discriminación.
La campaña “Fuera de cobertura”, lanzada con motivo del Día de las Personas sin Hogar (30 de octubre) se desarrollará también en Ferrol, este jueves, de diez de la mañana a una de la tarde, en la plaza de Armas. Consiste en un pequeño juego diseñado por voluntarios y participantes del centro de día con el que se pretende sensibilizar a la ciudadanía sobre la desprotección y aislamiento de las personas sin hogar.