Quedan doce días para que se cumpla el plazo que se impusieron en septiembre la dirección de Navantia y el comité intercentros para llegar a un acuerdo sobre el nuevo convenio colectivo y las posibilidades de que se cumpla se alejan. La escasez de avances en las últimas semanas de negociación ha provocado que las plantillas de los centros de trabajo hayan manifestado su hartazgo en sus respectivas asambleas, que en el caso de la que tuvo lugar ayer en Ferrol decidió realizar un paro de 24 horas el próximo jueves, día 21.
No era esa la propuesta que figuraba en el calendario de movilizaciones aprobado en su momento, que contemplaba para esa jornada una marcha a Madrid. Esta opción no contó con el respaldo del resto de los astilleros y el intercentros propuso la alternativa que finalmente se va a llevar a cabo, no solo en la ría de Ferrol, sino también en San Fernando y Cartagena, una comunión que destacan desde la parte social.
El objetivo es forzar un cambio en la manera en la que, explican desde la representación de los trabajadores, la dirección del grupo naval está llevando la negociación. Los sindicatos que están presentes en el proceso se verán hoy y mañana para cerrar una postura común para cada capítulo de la negociación de cara a las reuniones con la empresa que se celebrarán entre el lunes y el jueves de la semana que viene en Madrid.
Por otra parte, en el encuentro de hoy en el astillero de Ferrol se abordó la posibilidad de regresar a la paralización de los trabajos de aceros en las fragatas F-110. La votación a mano alzada que se hizo fue tan igualada que se pospone para mañana miércoles, en este caso en urna.
Como se recordará, los bloqueos se mantuvieron durante casi dos meses, entre el inicio del periodo vacacional, a mediados de julio, y el 11 de septiembre, una medida que supuso la derrota de la posición de la mayoría sindical (MAS y CIG) y que provocó malestar en los trabajadores de la industria auxiliar.
En cuanto a la negociación del convenio, no hay acercamiento en las posiciones sobre la recuperación económica con arreglo a la evolución del IPC, ni tampoco en lo que respecta a la reducción de la jornada de trabajo. Sí se ha entrado en materia, en algún punto ya a nivel de detalle, en los apartados de la clasificación profesional y las promociones. Hay avances en la parte que afecta a los técnicos superiores (GP1 y GP2) y se han planteado cambios en los grupos de mano de obra, (GP3 y GP4), aunque ahí las diferencias son más sensibles, al igual que en el capítulo de promociones. La cuestión económica está condicionando la negociación y, en ese sentido, la falta de Presupuestos Generales del Estado (PGE) es clave.
Donde sí está mas madura la negociación es en el contrato relevo, que parece una cuestión cerrada a falta de pequeños flecos.
En el lado contrario se encuentran las conversaciones sobre el plan industrial y, en consecuencia, sobre las inversiones, la carga de trabajo y las nuevas incorporaciones. En ese sentido, desde Ferrol se ha reiterado en diferentes ocasiones que es necesario un reparto equitativo y, en el caso de la carga de trabajo, es el momento de dar el impulso definitivo a la construcción de un buque de aprovisionamiento en combate (BAC).