La ciudad de Ferrol tiene el doble de perros que menores de 14 años

La ciudad de Ferrol tiene el doble  de perros que menores de 14 años
El refugio de Mougá cuenta con más de 200 animales | Jorge Meis

Que los animales de compañía son cada vez más numerosos en los hogares es un hecho constatado y en España más de la mitad de los hogares cuentan con una mascota. Los concellos han tenido que ir adaptándose al incremento especialmente de perros y ofrecer alternativas para favorecer la convivencia.

 

Así, en Ferrol, desde el año 2011 en el que se abrió el primer parque canino en la ciudad han ido aumentando las instalaciones con el fin de ofrecer espacios de esparcimiento en los distintos barrios, sin que se hagan uso de parques infantiles o de otras zonas verdes.


De este modo, la ciudad cuenta ya con cuatro parques caninos (Canido, O Bertón, Inferniño, parque Pablo Iglesias) y se habilitará el quinto próximamente en el barrio de Caranza. Además, la Xunta pondrá en marcha otro, dentro de un plan para las ciudades gallegas, uno nuevo, en cuanto se ceda una parcela para ello por parte del Ayuntamiento. Faltarían todavía prestaciones demandadas por los propietarios de perros, como playas para canes, como poseen ya concellos próximos como Ares o Cabanas.


Y es que la cifra de perros que están registrados en la ciudad de Ferrol –los de razas potencialmente peligrosas deben hacerlo en el registro del Concello y los demás figuran en el Regiac (Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía) al colocárseles el microchip– asciende actualmente a 12.806 canes.
Una cantidad muy alta y que ha ido en aumento en los últimos años. Una cifra que crece mientras desciende la población de la ciudad. De hecho, los datos del INE dan cuenta de que Ferrol tiene solo 6.367 niños menores de 14 años, la mitad que la cifra canina, que también es muy superior a la del total de menores de edad de la ciudad (9.143 con edades inferiores a 19 años).


Del total de canes, nada menos que 686 pertenecen a razas potencialmente peligrosas, mayoritariamente American Pit Bull Terrier (220), American Staffordshire Terrier (136), Rotweiller (102) y Bull Terrier (88).
En menor número figuran canes de otras razas como Stafford Bull Terrier (46), Doberman (35), el Dogo de Burdeos (22).o Dogo argentino (14).

 

Yadira tenreiro (refugio de mougá ): “Las recogidas de perros han crecido por miedo a no cumplir con la ley de bienestar”

 

Yadira tenreiro
Yadira Tenreiro

 

La entrada en vigor de la nueva Ley de Bienestar Animal ha supuesto beneficios al considerar a los animales como seres sintientes que tienen derechos propios. El maltrato animal es duramente sancionado como otras conductas que no quedan impunes. Sin embargo, hay también cuestiones que ni los amantes de los animales ven claras y que pueden convertirse en todo lo contrario a lo que la ley busca, el bienestar animal.
Yadira Tenreiro es la responsable de la gestión del refugio de animales de Mougá, que atiende a los concellos de la Mancomunidad. Ella misma considera que la elaboración de la ley no ha sido debidamente participada. No se ha consultado con concellos, mancomunidades, gestores de centros o veterinarios suficientemente, de modo que ahora las administraciones se encuentran con problemas para hacer cumplir esa ley, del mismo modo que muchos propietarios de animales.


En el primer caso estarían comunidades o centros que todavía no tiene el sacrificio 0 y tienen  períodos de eutanasia de 72 horas, por falta de centros suficientes, y que necesitarían ayudas para poder cumplir la ley. Por eso, administraciones menores reclaman dotaciones económica para hacer frente a unan nueva realidad. 


Es “la ley de las dudas”, explica Yadira Tenreiro, que la califica de “excesivamente sancionadora”. De hecho, cuestiones como que el animal no cuente con microchip supone multas que empiezan en 10.000 euros “cuando la normativa local imponía una sanción de 300 euros”. Por eso, considera que la ley puede convertirse en “un arma de doble filo” que busca mejorar las condiciones del animal y, sin embargo, puede ocasionar más entregas o abandonos, por temor a no cumplir con la normativa y tener que enfrentarse a multas inasumibles.

"La ley se ha convertido en un arma de doble filo, quiere proteger al animal, pero es excesivamente sancionadora"

Esta profesional remarca que se dan abandonos o entregas muy dolorosas, ya que “personas que se hacían cargo de animales de familiares fallecidos, enfermos, etc. optan por solicitar la entrega y eliminar un posible problema. De hecho, hemos pasado de tener 4 o 5 entregas en 2019 a sobrepasar las 30”.


Pero esta nueva norma estatal también tiene ingredientes muy positivos, como explica Yadira, como es, a su juicio, la obligatoriedad de castrar a los gatos antes de los seis meses. “El gato tiene que ser un animal doméstico, que viva en casa, con la gente,  hay que gestionar las colonias y hacer un control de estas”. También valora la obligatoriedad del microchip para perros y gatos, lo que favorece la entrega de animales perdidos. En el lado negativo, destaca la falta de búsqueda de consenso o el afán sancionador, que puede ir contra lo que se pretende con la ley, la protección.


En Mougá deberán ir adaptándose también a nuevas mascotas, cada vez más numerosas, como conejos o incluso cabras, porque “¿qué animal no es ahora de compañía?”, se pregunta. 


Frente a los abandonos o entregas, están también las adopciones, en el lado positivo de la balanza, y en este sentido, en el refugio mancomunado de Mougá se entregan a nuevos dueños mensualmente en torno a 30 animales, incluso se han producido rescates de perros adultos que llevaban tiempo en el centro. Esto hace que la cifra media en el refugio se mantenga en unos 121 perros y 100 gatos, que es el número actual en el centro mancomunado de Mougá.

La ciudad de Ferrol tiene el doble de perros que menores de 14 años

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