La Cofradía de Pescadores de Ferrol quiere abrir un restaurante en la terraza superior de la lonja de Curuxeiras, justo encima del almacén de pertrechos y de la pescadería A Túa Lonxa, que reabrió hace unas semanas tras someterse a una reforma integral.
El pósito quiere aprovechar todas las posibilidades del edificio, propiedad de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, que, según explica Gustavo Chacartegui, está de acuerdo con la iniciativa y de la que, por otra parte, depende que se pueda llevar a cabo, pues sería necesaria una concesión o autorización para una superficie –la terraza tiene alrededor de 250 metros cuadrados– que actualmente no tiene ningún tipo de uso. La parte cubierta, también vacía, supera los 200 metros.
“El sitio tiene unas vistas espectaculares”, señala Chacartegui antes de explicar que el modelo que se pretende implantar apostará por una carta no muy extensa pero siempre con protagonismo para el producto local, incluso vinculándola a la propia pescadería. “La idea es que el cliente pueda incluso elegir abajo qué marisco o pescado quiere y que se cocine acto seguido en el restaurante. Es un sistema que funciona muy bien en otros sitios que hemos visto y que estamos seguros de que aquí también lo hará”, apunta el patrón mayor de la cofradía ferrolana, “basándonos en elaboraciones a la brasa y, también, con una oferta de vinos locales. Tenemos contactos –porque son clientes– con viñedos de Cambados que también aportarán un sello diferencial a nuestra carta”.
Con el permiso del propietario de las instalaciones confirmado –aunque tendrá que concretarse de qué manera y en qué condiciones se sustancia–, la misión prioritaria de la Cofradía de Pescadores de Ferrol es conseguir la financiación necesaria para adecuar ese espacio de una superficie total de unos 500 metros cuadrados.
El patrón mayor del pósito apunta que ya ha iniciado las conversaciones informales con los distintos organismos para plantear el proyecto y ahora se trata de encajarlo en alguna de las convocatorias de ayudas y subvenciones que periódicamente lanzan la Consellería do Mar y, sobre todo, los Grupos de Acción Local Pesqueira (GALP), organismo dependiente del departamento que dirige Alfonso Villares y con el que la cofradía ha impulsado diferentes proyectos; el último, la propia reforma y ampliación de la pescadería.
El lugar ofrece unas vistas “espectaculares”, según explica el patrón mayor
Desde el pósito se tiene claro que la inversión no va a ser menor, pero “estamos decididos a hacerlo porque creemos que va a ser algo muy positivo”, dice Gustavo Chacartegui. En ese sentido, apunta que la reapertura de A Túa Lonxa es “un ejemplo” de “todo lo que podemos ofrecer los mariscadores y socios de esta cofradía: un producto de calidad, de cercanía, que, además, genera puestos de trabajo y dinamiza la economía de la zona. Eso es lo que queremos ser”. El patrón mayor considera, además, que “abriéndonos más a la ciudad y a los consumidores, ayudamos a darle más valor al trabajo de nuestros socios”. Y eso, cabe recordar, en un momento crítico –desde hace años– para el sector, con una caída muy pronunciada de la producción –la almeja babosa prácticamente ha desaparecido en los últimos tiempos– de moluscos bivalvos, desequilibrio que se ha compensado con una cotización más alta del producto local. De hecho, en lo que va de año, el precio medio del kilo está en 13,30 euros, es decir, 3,5 euros más que el del año pasado. Nunca antes la cotización había alcanzado esas cifras.
Esta buena noticia en un contexto delicado coincide con las buenas cifras registradas con la reapertura de la pescadería A Túa Lonxa justo antes de la campaña navideña. “Estamos muy contentos porque vemos que no solo vienen los que ya venían, sino también clientes nuevos que prueban y que repiten”, apunta Chacartegui.
La Cofradía de Ferrol lidera los ingresos por ventas, con 1,2 millones en lo que va de año para sus 94,7 toneladas. El precio medio está en 13,30. Le sigue Barallobre, con 872.000 euros de ingresos para 85 toneladas (precio medio, 10,3) y Mugardos, que ha vendido las 35 toneladas por 436.000 euros, con un precio medio de 12,40 euros.