Dos décadas después de que se empezase a hablar de la necesidad de unir barrios y romper las barreras que suponía la avenida de As Pías, con pasos elevados y taludes que impedían la comunicación real entre distintas zonas de la ciudad, la obra de humanización comenzó hoy a hacerse realidad.
Con una inversión global de diez millones de euros y dos fases de actuación, que abarcan poco más de un kilómetro, las máquinas comenzaron a trabajar en el segundo tramo del vial, del punto kilométrico 0,600 al 1,100, donde se descubrió un mojón blanco y rojo con el nombre de FE-14 y una placa con la que quedó constancia de este hito urbanístico, que da paso a la conversión de la avenida en un bulevar.
Nadie quiso perderse el inicio de estas obras, anunciadas en diversos mandatos y que no parecía que pudiesen llegar a plasmarse. Los fondos del Plan de Recuperación y Resiliencia han servido para dar el empuje definitivo a estas obras, que son, además, las primeras que se han licitado con este fin en España. En el acto estuvieron presentes el delegado del Gobierno, José Miñones; el presidente de la Diputación, Valentín González; y el alcalde de Ferrol, Ángel Mato; además del jefe de Demarcación de Carreteras, Ángel González; el director de obra y los representantes de las entidades vecinales de Caranza, Recimil, Ultramar, Ensanche A y San Xoán-Bertón, ya que la intervención, en sus dos fases, servirá de sutura entre estos barrios.
El delegado del Gobierno, José Miñones, recordó que la actuación tiene una duración de dos años y medio y que la inversión en esta primera fase es de 5,4 millones. Se trata, recordó, “de romper barreras e gañar espazo para as persoas” e hizo hincapié en que esta obra será “o espello no que se van mirar cidades de toda España para acometer os seus procesos de transformación urbana”. En este sentido, apuntó que es la primera obra de humanización en el país impulsada por el Plan de Recuperación, Trasformación y Resiliencia del Gobierno y que supone la mayor inversión en materia de Agenda Urbana que se va a realizar.
Con esta intervención, resaltó Miñones, se “coserá” la trama urbana de Ferrol y se conseguirá una “vía urbana máis amable e máis segura”.
También el alcalde, Ángel Mato, hizo hincapié en las mismas ideas, al tiempo que se remontó al año 2010 cuando se firmó el protocolo del anteproyecto, siendo Mato por entonces concejal de Urbanismo del gobierno de Vicente Irisarri.
Con esta actuación, explicó, “a cidade vai abrindo espazos para convivir e conseguir dende o urbanismo un carácter social, que o espazo público sexa recuperado polos veciños”.
También el presidente de la Diputación, Valentín González, destacó la importancia de esta actuación que “revitalizará Ferrol” indicando que “así se constrúe a capital da comarca”.
Esta primera actuación de los fondos de Resiliencia servirá, como explicó el responsable de Demarcación de Carreteras, para “eliminar el efecto barrera de As Pías, separando barrios y destinando un 75% del espacio a zonas verdes y usos ligados a la ciudad y un 25% a lo que son viales”. Supondrá, de este modo, un cambio sustancial para la que será “la nueva puerta de entrada de Ferrol”.
El director de la obra detalló algunos aspectos de esta actuación que mejorará la permeabilidad de los barrios, en dos fases. La primera, que es la que se está ejecutando, supondrá la eliminación del enlace con Caranza y su sustitución por una glorieta de 70 metros de diámetro, que conecta O Bertón con la F-14 y la calle Marqués de Santa Cruz. Se eliminarán los arcenes y se reducirán los viales dejando una sección de dos carriles por sentido pero destinando el derecho a vía de servicio para aparcamiento, intersecciones y paradas de autobús. Asimismo, se elimina la pasarela sobre la avenida y un paso inferior ene se punto y se sustituyen por pasos a nivel con semaforización bajo demanda, existiendo, además, la posibilidad de colocar semáforos para regular el tráfico de la glorieta.
Habrá dos amplias bandas transversales de zonas verdes, de ocio y peatonal con acera y carril bici y dos carriles de circulación con mediana.
La reforma de Marqués de Santa Cruz eliminará la rampa y supondrá la renovación de aceras y servicios. Zonas de juegos y parques biosaludables tendrán su espacio, con la generación de itinerarios peatonales y carril bici a lo largo de la avenida, que conecta con la calle antes citada y de ahí al paseo de Caranza.