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viernes | 22 noviembre | 2024
En poco más de una semana, los contratos de las empresas auxiliares de As Pontes aún vigentes con Endesa llegarán a su final y, con ellos, los despidos en las empresas complementarias. La autorización de cierre definitivo de la central térmica local el pasado agosto marcó el inicio de una carrera para mantener el empleo en la villa en la que incluso la Xunta ha tenido que adoptar un papel más activo que de costumbre.
En este contexto, los trabajadores de Maessa, empresa dedicada al mantenimiento y los servicios industriales, protagonizaron esta mañana un acto de protesta ante el inminente despido de la totalidad de su plantilla en la zona, que a día de hoy se compone de 38 personas. Así, desde primeras horas de la jornada, los trabajadores bloquearon el acceso a la central de ciclo combinado de Endesa en el municipio –que sigue en activo–, colocando una barricada de fuego cortando la carretera.
Este acto de protesta, que precedía a una comparecencia ante los medios para dar cuenta de su situación, fue finalizado pasadas las once de la mañana tras ser citada parte social a una reunión en el Consello Galego de Relacións Laborais. En este encuentro, que al cierre de esta edición todavía seguía en marcha, se plantearía, según detalló el presidente del comité, Fernando Galego (CCOO), un contrato para las inminentes labores de predesmantelamiento y desmantelamiento de la central térmica.
“Nosotros el día 30 terminamos el contrato con la UPT de As Pontes; estamos con un ERE de extinción y tenemos la última reunión mañana”, relató Galego, alertando que, tras la fecha señalada, “nos vamos a la calle todos”. En este sentido, el representante de la plantilla recordó que en Madrid se firmó un acuerdo a tres bandas entre los sindicatos CCOO y UGT, las compañías energéticas que operan en España y el Ministerio de Transición Justa para garantizar que la industria auxiliar “no se pueda ir al paro”, al tiempo que denunciaba que, pese a este convenio, “no tenemos nada asegurado”.
Así, la situación de la plantilla, y con ella futuras acciones reivindicativas, queda pendiente de la mencionada reunión.
Por otro lado, el pleno del Parlamento de Galicia apoyó por unanimidad una proposición no de Ley presentada por el BNG para que la Xunta defienda ante el Gobierno central el mantenimiento de la capacidad de evacuación de la planta pontesa, de 1.400 megavatios, y que se realice con la misma un concurso de Transición Justa en las mismas condiciones que se hizo con la planta de Andorra-Teruel.
La propuesta, como venían demandando los nacionalistas, contempla la subasta de los 700 megavatios que dejaron libres los grupos 1 y 2 tras su cierre, así como el mantenimiento en activo de los 3 y 4 hasta que se pueda garantizar la estabilidad socioeconómica de la villa. Asimismo, también se ha exigido una nueva reunión de la Mesa de As Pontes en la que participe Redeia como operador del sistema eléctrico.
Por último, mientras la villa se prepara para la convocatoria de huelga –que, recordemos, tendrá lugar mañana de once a tres de la tarde, con una manifestación al mediodía–, la Xunta publicó en el Diario Oficial de Galicia (DOG) los servicios mínimos para esta jornada.
En este caso, la orden, firmada por el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, afecta al personal de los centros formativos del término municipal, señalando que este servicio “fundamental” no puede ser reducido “excesivamente” dado que estas instalaciones realizan labores de cuidado y vigilancia de menores. Así, las escuelas deberán garantizar su apertura y cierre y contar con miembros de la dirección, subalternos y personal de cocina.
