El pasado jueves, día 25, la formación Ferrol en Común presentó para su debate en el pleno una moción para instar al gobierno local a iniciar de forma “inmediata” el proceso de concesión de puestos vacíos en los mercados municipales –A Magdalena, Recimil y Caranza–. La propuesta, que logró el apoyo unánime de la corporación ferrolana, ponía el foco en el papel de estas dotaciones para la “reactivación económica” de los barrios en los que están asentados, además de impulsar el comercio de proximidad, el empleo de productos locales y, en general, un modelo de negocio más sostenible.
Durante el intercambio argumental, la concejala responsable de Mercados, Maica García, explicó que, a día de hoy, existen dos factores a tener en cuenta en este proceso: por una parte, sigue en vigor una instrucción de 2020 –puesta en marcha para incentivar la recuperación económica en los tiempos de la pandemia de coronavirus– que establece unas condiciones especiales para la adjudicación de los puestos vacíos; por otra, que aunque muchos de estos espacios permanezcan cerrados, eso no significa que no tengan titular.
“La Concellería de Patrimonio está trabajando para recuperar esos puestos; a cada uno hay que hacerle un requerimiento y pasar una serie de trámites para recuperar las llaves de ese puesto”, explicó ayer García. En este sentido, la edila detalla que existen muchos motivos particulares para esta situación, tales como que el titular siga pagando el canon y los recibos pero que no lo tenga activo porque trabaja en otro lugar; que una persona siga teniendo el título habilitante pero que no siga de alta como autónomo; o sencillamente que en su momento dejó de operar en el mercado pero que no entregó las llaves en el consistorio. “Lleva muchísimo tiempo regularizar esto, pero que el puesto esté cerrado no se traduce en que lo tengamos en posesión y lo podamos sacar a licitación”.
A este respecto, la concejala recordó, como ya señaló en el pleno, que existe en el tablón de anuncios de la web municipal un listado con los espacios disponibles en los mercados de A Magdalena y Recimil. Según esta relación, en el primero se pueden optar a 13 unidades, que varían en tamaño y, por ello, con un canon anual que oscila entre los 809 y los 3.789 euros. Cabe señalar que algunos de estos puestos constan de más de un módulo, de ahí que su precio sea más elevado.
En el caso de Recimil, son 16 los punto de venta en manos del Concello, con un precio por ejercicio entre los 302 euros el más barato y los 2.151 el más costoso. No se detalla, no obstante, si los espacios constan de varios módulos o si sencillamente tienen un tamaño variable y de ahí las diferentes cuantías.
En cualquier caso, la responsable de Mercados insiste en que el objetivo del gobierno local es la rehabilitación y el impulso de estos espacios, tanto a nivel de mejora de dotaciones como de ampliar la oferta comercial.
En este sentido, el modelo de gastromercado –que está teniendo un éxito arrollador en las ciudades en las que se ha implementado– es el que más interés ha generado en el Concello y en los potenciales nuevos placeros, principalmente en A Magdalena. “Debido a cómo ha quedado de bonita la plaza nueva hay mucha demanda, gente que solicita información para montar puestos sobre todo enfocados a la hostelería y esto es un tema que el gobierno tiene en mente”, señala. Así, Maica García celebró este interés, subrayando la importancia de los mercados “para la ciudad, para hacer relaciones sociales y, por tanto, para generar riqueza y empleo, ademas con el mejor producto que existe”, subraya.
Por último, la concejala aprovechó la ocasión para poner en valor las diferentes intervenciones que se han realizado en los últimos meses en los tres espacios municipales, tales como la sustitución de la puerta de la pescadería o arreglos esenciales para el día a día de los placeros.
En lo referente al mercado de Caranza, el presidente de la asociación de comerciantes, Carlos Basoa, explicó que en su caso se trata de unas instalaciones nuevas que aún cuentan con plazas vacantes. “Hasta nosotros tendríamos que salir a concurso público, porque nos ubicaron porque debían hacerlo por derecho”, detalla, al tiempo que pone en valor la mejoría que han experimentado con esta dotación renovada.
“Somos siete operadores y a día de hoy hay dos carnicerías libres, otras tantas pescaderías, una charcutería y tampoco se necesita mucho más”, apunta. También incide Basoa en la situación de tres operadores –la lotería, una cafetería y una mercería– “que quedaron en el mercado viejo y que nos interesaba meterlos a todos” en el nuevo mercado.
Precisamente a estos tres negocios también hizo referencia Maica García, explicando que la intención del gobierno local es trasladarlos a lo largo del año, “cuando el presupuesto entre en vigor”, a una serie de locales de la zona exterior de la parte nueva y que así todos los placeros estén concentrados en un mismo espacio.