Mientras la obra de urbanización de la calle San Francisco encara su recta final con los últimos detalles, el Concello ha retomado una actuación que demoró en su momento el desarrollo de estos trabajos, la demolición de parte del edificio número 4, antiguo Bar Cobas.

Las obras de la calle San Francisco, con fondos europeos y que acabaron, al menos de forma oficial, el pasado diciembre, sufrieron a lo largo de su desarrollo numerosos problemas que demoraron el cumplimiento inicial de los plazos. 

Además de la aparición de los restos arqueológicos hallados en la parte más próxima a la zona portuaria, el peligro que suponía el edificio situado justo en el extremo opuesto de la calle, frente al atrio de la iglesia, hacía obligatoria su demolición antes de abordar la intervención en el vial a esa altura, donde, además, se empleó un firme diferente, de bloques, para destacar este espacio de tránsito.

En ese momento, fue preciso apuntalar el inmueble para que no se produjese el derrumbamiento del mismo, aunque solo se echaron abajo las dos plantas superiores. Además, una grúa de grandes dimensiones se instaló en el atrio para proceder a la demolición controlada.

Una vez eliminadas las partes del inmueble que revestían peligrosidad, el edificio quedó sin parte de las plantas superiores pero sin que se completase la intervención.

Este mismo lunes se retomó la demolición parcial, que, como informaron desde el Concello, está previsto que concluya a mediados del próximo mes de febrero.
La planta baja del edificio se mantendrá y las dos superiores se están eliminando por completo, siguiendo las indicaciones de Patrimonio.

Una actuación subsidiaria

Con las obras del vial listas y mientras se ultiman las instalaciones en las zonas laterales destinadas al peatón, el edificio, que quedó a medio derruir durante el desarrollo de la actuación urbanística en el vial, mejora su aspecto, para completar la actuación iniciada en el anterior mandato con el objetivo de cambiar la fisonomía de la calle de unión del barrio de Ferrol Vello y A Magdalena, eliminando los vehículos estacionados. El presupuesto para actuar es de 185.000 euros y el Concello se vio obligado a intervenir de forma subsidiaria, al no haber hecho la propiedad caso a los requerimientos judiciales, por lo que se les repercutirán los costes. La edificación colindante presentaba una fisura que hacía peligrar la estabilidad del inmueble.