Ayer se cumplieron 15 días desde el cierre de la carretera de la Trinchera y la apertura de la rotonda de conexión entre los barrios de Caranza y O Bertón; una infraestructura temporal desarrollada con el objetivo de aliviar las tensiones viarias ocasionadas por las obras del proyecto de humanización de As Pías. Así, para abordar, entre otros temas, el avance de los trabajos, Demarcación de Carreteras, organismo dependiente del Ministerio de Transportes, celebró una reunión a la que asistieron el Concello –representado por las concejalas de Urbanismo y Seguridade, Blanca García y Pamen Pieltain–, las asociaciones de vecinos de las zonas afectadas, las empresas implicadas en el proyecto, Navantia y la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas.

Se trató, como se apuntó desde la AVV de Ultramar, de un encuentro breve y directo, en el que los representantes vecinales pudieron exponer sus inquietudes y dudas, además de trasladar los diferentes problemas detectados durante las dos primeras semanas de esta segunda fase del proyecto. No obstante, entre todas las cuestiones que se abordaron, destacó por encima de todo una consecuencia inesperada de las obras: la infrautilización de la rotonda de conexión entre Caranza y O Bertón a través de las calles Marqués de Santa Cruz y O Bertón, supuestamente por falta de conocimiento de la misma.

“Los problemas que había en Caranza se trasladaron a San Xoán, a la carretera de Castilla, en las horas puntas con las conexiones con la FE-13 y la calle García Niebla”, detalla Andrés Medín, presidente de la Asociación de Vecinos de San Xoán-O Bertón. “Es imposible de salir”, lamenta Medín, que califica la situación de “un caos”, demandando así una mayor presencia policial para evitar los grandes embotellamientos que se producen.

De igual modo se expresó Mapi Rodríguez, representante de los habitantes de Caranza, que señaló que en dicha área “no se notó el corte de la Trinchera”, pero que sí en la carretera de Castilla. En este sentido, Rodríguez expuso la necesidad de “concienciar a la gente de que Marqués de Santa Cruz, que es la rotonda del conservatorio, es un paso directo a O Bertón” dado que “quizás un poco por desconocimiento la gente no sabe que es Caranza y que cuando llegan ahí no saben que pueden pasar por lo que era el ‘scalextrix’ para el otro lado”.

Natalia Ares, presidente de la AVV de Ultramar, expresa la misma inquietud, señando que, en su opinión, “falló la parte de la comunicación”. “Cuando dicen que abren Marqués de Santa Cruz, o vives ahí al lado o no la conoces”, explica, incidiendo al mismo tiempo que se trata de un acceso “buenísimo” y que se debía haber trasladado a la ciudadanía en términos más generales.

Otras cuestiones

Dejando al margen el uso de la mencionada infraestructura, la reunión también sirvió para trasladar problemas concretos de cada barrio, además de aclarar dudas sobre los siguientes pasos en la realización de las obras.

Comenzando por Caranza, Mapi Rodríguez detalló que en la reunión se garantizó que la nueva rotonda –la actual es provisional y de un solo carril– tendría salida a la calle Lepanto, una importante demanda de los vecinos. Asimismo, también se subsanará el pintado de las paradas de autobuses, que se hizo de forma errónea en uno de los lados de avenida de Castelao, eliminando plazas de aparcamiento –eso sí, no será un arreglo inmediato, dado que la empresa que realiza dicha tarea trabaja por contratos puntuales–. Por otra parte, se ha revisado el tiempo del semáforo que atraviesa Marqués de Santa Cruz, se comunicó que se retiraría un cúmulo de grava que se almacenó por error en una de las aceras de la conexión entre Caranza y O Bertón y se confirmó que se mantendría hasta el último momento la incorporación de Juan de Austria a As Pías.

En términos generales –los principales problemas trasladados desde Ultramar y San Xoán-O Bertón fueron los atascos en la carretera de Castilla y calle Nueva de Caranza–, desde Demarcación de Carreteras también se trasladó que se repararían las deficiencias detectadas en rotonda provisional, además de habilitarse un acceso de peatones por uno de los laterales en los próximos días. De igual modo, se confirmó que, pese a las lluvias de las últimas semanas, no se han producido retrasos en los trabajos y, como tal, que se reabrirá la carretera de la Trinchera entre los meses de junio y julio.

Accesos

Otro punto que se abordó en el encuentro y en el que incidió Natalia Ares sería el derribo del túnel de la calle Nueva de Caranza. A este respecto, la representante vecinal detalló que se han vuelto a modificar los planes iniciales, de modo que no se cerrará la carretera en paralelo a la apertura de la Trinchera, sino que se retrasará algunas semanas. Asimismo, se habilitará un nuevo “bypass” tanto peatonal como de circulación rodada para conectar esta calle con la rotonda del Diapasón.

“Hablaban de una demolición rápida para evitar los máximos problemas, pero que como sea siempre va a haber un paso (...), por lo tanto siempre va a estar todo abierto”, explicó, detallando que en un principio la conexión sería por la calle Santa Comba.