Con la liberación en la playa de Esmelle de seis pollos de chorlitejo común –especie conocida como píllara das dunas– continúa un año más la campaña de la Xunta de Galicia del plan de recuperación de esta especie que se lleva a cabo desde el área de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, en colaboración con la Universidade de Santiago y con la ayuda de entidades como la Sociedade Galega de Historia Natural.
La delegada territorial Martina Aneiros se desplazó ayer al arenal para participar, acompañada de personal técnico y los representantes de la USC Jesús Domínguez y María Vidal, en la suelta de estos seis ejemplares, que completan el total de 31 que vuelven a Esmelle esta temporada, tras haber sido criados en cautividad en el Centro de Recuperación da Fauna Silvestre de Oleiros, donde fueron incubados.
En esta ocasión, la treintena de crías de “píllara” se sueltan en su totalidad en la playa ferrolana, uno de los hábitats más destacados del norte de Galicia, mientras que el año pasado tan solo llegaron 25 a Esmelle y los demás –hasta 40– se repartieron entre las dunas de Corrubedo y la playa de Vilarrube, en Valdoviño.
El programa que desarrolla la Consellería tiene como objetivo que el chorlitejo común vuelva a colonizar el norte de la provincia de A Coruña, donde se ha detectado un descenso de la población en los últimos años, tal y como recordó la bióloga de la USC, María Vidal Malde.
Así, explicó que “temos constatado que polos anelados nacidos en praias de Ferrolterra criaban noutras praias de Galicia, como as de Bergantiños ou no Barbanza, por uso pensamos que é unha estrexia boa liberalos nas praias desta comarca”.
Desde el inicio de la campaña en 2018 se ha superado la suelta de 100 pollos de estas pequeñas aves endémicas
Vidal Made indicó que con esta suelta de ejemplares se supera ya la barrera de 100 polluelos liberados en playas gallegas desde el inicio de este proyecto, que tuvo su primera edición en el año 2018.
La delegada territorial de la Xunta en Ferrol, Martina Aneiros, agradeció el trabajo que llevan a cabo tanto los agentes medioambientales como los vigilantes, ya que el mayor enemigo de las “píllaras das dunas” son los humanos así como las mascotas, que invaden las zonas de cría, destrozando huevos y recién nacidos.
Martina Aneiros recordó que la flora y la fauna autóctona forman parte del trabajo de estos agentes, que vigilan las zonas salvajes, y cuyo labor principal es “a protección do patrimonio natural e eliminar ou advertir os posibles perigos e ameazas que pesan sobre o mesmo”.