La crisis productiva en la factoría de Alcoa de San Cibrao lastró notablemente durante el primer trimestre del presente 2023 los de otro modo sobresalientes resultados de la Autoridad Portuaira. Según el último informe del organismo, aún no consolidados por el balance definitivo de Puertos del Estado –que se espera que se publique durante las próximas semanas–, la caída en las importaciones de bauxita y alúmina durante este período ha supuesto un gran mazazo en el conjunto de las operaciones de estiba ferrolanas y lucenses.
Tal y como refleja el documento, en el conjunto de los dos puertos se movieron un total de 2.456.442 toneladas durante el primer trimestre del año, es decir, 153.520 menos que en el mismo período del año anterior (-5,8%). Como se mencionó, esta caída se debe principalmente a la actividad del puerto de San Cibrao, que registró un descenso del 71% durante estos tres primeros meses, situándose en las 463.757 toneladas. En comparación, el resto de mercancías con las que opera la Autoridad Portuaria prácticamente duplicaron sus cifras de 2022. A este respecto, en las dársenas de la ciudad naval se movieron 1.992.685 toneladas, un 98% más que el año anterior.
De un modo más concreto, el incremento por áreas operativas en Ferrol, que no en el conjunto portuario, fue del 198% en los graneles sólidos, de un 67,4% en los líquidos y de un 162,9% en la mercancía general. Si se suman ambos puertos, no obstante, los líquidos subieron un 55% (1,2 millones de toneladas) y la mercancía un 153,1% (332.490), mientras que los sólidos descendieron un 46,6% (876.145).
En cuanto a los tráficos en sí, desde la Autoridad Portuaria se destacó el gran incremento del Gas Natural Licuado (GNL) durante este primer trimestre del año, alcanzando las 599.295 toneladas –263.586 más que en 2022, es decir, un aumento del 78,5%–, lo que situaría a la cabeza de las operaciones del organismo. Del mismo modo, el fueloil, segundo tráfico del período, alcanzó las 238.036 toneladas, lo que se traduce en un incremento interanual del 91,6%.
Siguiendo con el “ránking”, la bauxita, hasta ahora principal tráfico del puerto, pasó en el primer trimestre a la tercera posición, alcanzando las 317.278 toneladas; seguida del carbón (306.000) y la madera (140.000). Cabe destacar que estas dos últimas mercancías crecieron respecto al mismo período del año anterior un 270,81% y 210%, respectivamente (223.418 y 95.314 toneladas), aunque en el caso del carbón, la reconversión en nodo de almacenamiento de la dársena de Endesa es el principal motivo de este incremento.
Por último, desde la Autoridad Portuaria también se destacó la “progresión ascendente” de la que sigue gozando el área de contenedores, con un aumento del 210% en el número de unidades –se pasó de 3.852 a 11.946 TEUs– y del 235% a nivel de volumen –de 41.203 a 137.985 toneladas–.
Frente a estos más que destacables resultados, el presidente del organismo, Francisco Barea, apeló a la “prudencia” a la hora de analizarlos, aunque también señaló que indicaban que eran el fruto de meses de trabajo.
“Sabíamos que nos movíamos en un contexto difícil condicionado por la transición energética y sabíamos también que la situación que atraviesa Alcoa (...) afectaría al organismo portuario”, sentenció. En este sentido, el dirigente apuntó que, para adelantarse a esta coyuntura, desde la Autoridad Portuaria se apostó por la diversificación, que se ha traducido no solo en una capacidad de paliar la situación de San Cibrao, sino también de lograr un crecimiento constante.
Finalmente, Barea se mostró confiado de que esta situación, gracias a las inversiones actuales, se mantendrá en el tiempo.