Galicia tiene una relación especial con la emigración. Pocas personas no cuentan con un pariente lejano que, en tiempos de pobreza y miseria, tuvo que dejarlo todo e ir a buscar fortuna por el mundo adelante. Sin embargo, en muchas ocasiones esta fijación por el pasado, casi una romantización dramática, impide mirar al presente, a historias muy similares que, sin embargo, pasan desapercibidas porque no son los de aquí los que se van, sino que son otros los que vienen.
Así, la de Diego Soto, responsable de la barbería homónima de Ultramar, es una de estas historias. Nacido en Florida, un municipio del departamento del Valle del Cauca, en Colombia, hace 33 años, llegó a Ferrol en 2006, donde ya residía parte de su familia. Y ahora, casi dos décadas después y tras mucho estudio, trabajo y vicisitudes, es uno de los referentes del barrio no solo en emprendimiento, sino incluso en la dinamización del mismo.
¿Cómo fue trasladarse a Ferrol?
Terminé en Ferrol porque mi madre llevaba diez años por acá, por esta zona. Fue una de las primeras en llegar en los años 90, más o menos en el 95 o el 96. Después comenzó a traer a un tío, otro tío, un primo y hasta que me trajo a mí en el año 2006. Y aquí estoy yo, 18 años después. Al llegar fue chocante el cambio. Al principio pensé que no quería venirme. Tenía a mis amigos, a mi gente allá, así que no quería venir, pero también quería estar con mi madre. Sin embargo me adapté bastante bien desde un principio y la verdad es que la gente me acogió muy bien.
A día de hoy es uno de los barberos de referencia del barrio ¿Cómo comenzó su periplo emprendedor?
Cuando llegué aquí comencé a estudiar, andaba de un lado para otro, hice cursos... También intenté homologar otros estudios y estuve dos años haciendo cursos de soldadura, pero al no encontrar trabajo, en el 2016 más o menos, comencé con el tema de la barbería. Y al final, como no había trabajo de lo que había estudiado, decidí seguir con esto. Empecé cortando en casas, a amigos y conocidos. Así que me dije que cuando llegase a un mínimo de clientes comenzaría a buscar un local. Al final encontré uno pequeñito, el más barato que había. Empecé con lo básico, con tres cositas y poco más y con muchas ganas de salir adelante.
¿Y cómo fue el cambio de local?
Fue en el año 2022, porque me seguí formando después de abrir la barbería. Me había sacado el curso higiénico sanitario porque después quería hacer el de micropigmentación capilar, que muy poca gente lo conoce en Ferrol, y necesitaba trabajar con agujas. También necesitaba una sala que fuera hermética para poder hacer estos trabajos, así que necesitaba un local nuevo. Al final encontré el actual, que es más grande y que tenía una sala ya separada del tema de la barbería y el cambio fue para bien. Este otro sitio es más transitado, tengo enfrente un gimnasio, tengo bares alrededor y está cerca de la plaza de Ultramar y la verdad que es un barrio donde se mueven muchas cosas.
Y hablando del barrio, el año pasado promoviste un concierto de mariachis al que se terminaron uniendo otros negocios ¿Cómo surgió la idea?
Yo conocí al grupo de mariachis porque los chicos venían a cortarse el pelo, así que se me ocurrió la idea de ponerlos en fuera de la barbería para promocionarla un poco. Pero claro, se fueron enterando algunos comerciantes vecinos de la zona, así que los fui uniendo poco a poco y al final terminamos siendo casi 40 locales por todo Ultramar. Lo hicimos por San Valentín y después en Carnavales. Se dieron un paseo por todo el barrio y yo fui con ellos repartiendo piruletas. La verdad es que quería también darme a conocer un poco por el barrio porque siempre termino metido en medio de todas estas cosas. Pero bueno, me gusta colaborar y esto fue una cosa que sabía que se podía hacer para el barrio, para animarlo un poco y darle un poquito de vida, que le viene muy bien.
También has impulsado iniciativas deportivas.
Sí, desde hace unos años. El hijo de mi mujer ya jugaba al fútbol y yo siempre estuve detrás de él, llevándolo a entrenamientos y partidos. Luego mi hijo creció y se metió en el Racing de San Pedro. Como habían cambiado de presidente, estaba un poco de capa caída y quise echar una mano por los niños. Así que me metí a patrocinar el equipo y ya llevo un par de años y la verdad que muy contento por poder ayudar a los niños y darles para material y todo cositas que les hacen falta. Si pudiera hacer más por ellos lo haría, pero dentro de lo que puedo, lo voy haciendo. Y ahora para las fiestas del Rosario vamos a hacer también un pequeño torneo ahí en Inferniño también para darle un lavado de cara al barrio, que tiene un poquito de mala fama. Nos juntamos con la asociación de vecinos y con los residentes que tienen niños.
Y por último ¿qué depara el futuro para Diego Soto’s Barber Shop?
El futuro es incierto para mí, pues vivo en el presente. Estoy muy contento con lo que hago. Sí que es verdad que en el futuro me gustaría ampliar un poco el local, ampliar un poco plantilla, ampliar en muchas cosas, hacer más cursos, seguir formándome... El sector de las barberías y peluquerías cada año cambia; siempre se crean tendencias y hay cosas nuevas, así que tienes que estar en constante formación. Pero bueno, en el futuro. También me gustaría crear mi propia marca y poder, en el futuro, vender productos y cosas así. Pero bueno, eso ya es el futuro y de momento yo miro al presente.