La gestión de las medidas de no colaboración con la empresa para presionar en la negociación del convenio colectivo está provocando división entre los cinco sindicatos con representación en el comité de Navantia Ferrol.
La dirección de la parte social (MAS y CIG) se había fijado como objetivo poder firmar el nuevo marco en junio, pero las conversaciones entre el intercentros (Ferrol solo tiene tres de sus trece miembros) y la dirección de la compañía no han ido todo lo rápido que se deseaba. Además, si bien en otros centros no ha habido hasta ahora las mismas prisas por cerrar el acuerdo, la falta de avances llevó al comité local a elevar el tono de las protestas en solitario dentro del grupo.
CCOO: “Por nosotros no va a haber ningún problema en que ciertos bloques se puedan mover para que se pueda trabajar”
Los primeros días de julio ya se intuía que iba a ser imposible que se llegase a un acuerdo en la mesa de negociación y, ante la inminencia de las vacaciones, se valoró la posibilidad de continuar con el bloqueo de determinados trabajos. En el seno del comité había diferentes posturas y la mayoritaria parecía, a priori, que esas medidas de presión no afectasen tanto a los trabajadores de la industria auxiliar como a provocar despidos o ertes.
Sin embargo, la asamblea general optó por no levantar el pie del acelerador, de manera que las acciones se mantienen también durante el periodo vacacional que finaliza el día 19.
MAS: “A decisión pon ao estaleiro de Ferrol nunha situación difícil porque noutros centros fálase de levar a negociación a finais de ano”
Esa situación ha provocado fricciones entre los sindicatos. MAS, que ostenta la presidencia del comité, explicaba el sábado que “tanto a CIG coma nós solicitamos aos traballadores certa marxe para ir abrindo traballos coa premisa de evitar despedimentos, ertes ou non renovación de contratos”. Sin embargo, no fue esa la que ganó la votación. CCOO proponía mantener los bloqueos hasta la próxima reunión de la mesa negociadora y la propuesta de la CGT, que resultaría victoriosa, fue mantener el bloqueo hasta la firma del convenio.
MAS considera que esta decisión pone a Ferrol “nunha situación difícil, pois algúns compañeiros doutras zonas xeográficas falan de levar o remate da negociación a final de ano”, abriendo procesos de nuevas plazas “mentres aquí aínda non rematamos os procesos anteriores”.
CIG: “A postura de Comisións Obreiras é contraditoria, tanto aquí, coa súa posición sobre as mobilizacións, como no intercentros”
Sin embargo, ayer el portavoz de la sección sindical de CCOO, Iván López, señaló que los plazos que se marcaron MAS y CIG para firmar el convenio “llevó a aumentar la presión antes que ningún otro centro porque querían sacar el convenio cuanto antes, pero el resto de los centros no estaban en los mismos tiempos, lo cual generó un problema que salta ahora con los paros”. Añade que CCOO “dijo que mientras paremos los hitos y los bloques en grada, los trabajadores de las auxiliares no iban a sufrir en los talleres ni en las cabinas de pintura, que nos parece bien”. Sin embargo, sostiene, “de repente hay dos sindicatos que empiezan a parar los movimientos en los talleres y el resto empiezan a hacer lo mismo con las cabinas de chorreo, el volteo de bloques, etc. Y eso nos lleva a la situación actual en la que las empresas están sufriendo y a la vuelta de vacaciones eso se puede complicar”.
López aseguró que “por CCOO no va a haber ningún problema en que ciertos bloques se puedan mover, pero no podemos irnos de vacaciones habiendo perdido el dinero que hemos perdido por los paros y que no sepamos en concreto los bloques que se van a mover y en qué zonas. Si se hubiese hablado de esto, no habría conflicto”.
Para el portavoz de la CIG, Marcelo Amado, “a postura de CCOO é contraditoria tanto aquí, coa súa posición sobre as mobilizacións, como no intercentros”. En ese sentido, explica que “MAS e a CIG expuxemos a proposta de deixar mover bloques para non causar danos na industria auxiliar e que só nos oporiamos a levar os bloques á grada. A outra proposta era bloquealo todo, mesmo dentro dos propios talleres, algo que non compartimos”.
CGT: “O resto dos sindicatos levan anos mantendo dividido o movemento obreiro das factorías entre principal e compañías”
En todo caso, Amado recuerda que hasta la vuelta de las vacaciones y en una asamblea “non se vai poder cambiar a decisión tomada o 11 de xullo”.
Por su parte, Txema Bellón, de UGT, reconoce que “hay discrepancias dentro del comité, discrepancias normales y naturales”, una diversidad que no debe impedir que “si en algún momento hay algo que se puede ir de las manos, por el bien de los trabajadores, los sindicatos tenemos que hacer un ejercicio de bajar la intensidad de las discrepancias. Debemos abrir un debate en la asamblea para favorecer que a los compañeros de las auxiliares se les abra trabajo para tener continuidad laboral”.
UGT: “Por el bien de los trabajadores, entre los sindicatos tenemos que hacer un ejercicio de bajar la intensidad de estas discrepancias”
Muy diferente es la posición de la posición ganadora, la de la CGT. Su portavoz, Xaquín García Sinde, considera el conflicto “un tanto artificial que se reduce a diferenzas sobre como actuar ante a radicalización dos traballadores da principal na loita polo convenio, como se evidenciou na a-semblea. Esa radicalización está creándolle problemas a Navantia, que é do que se trata cando se adoptan medidas de presión”.
Sinde afirma que en 2017 “se utilizou aos traballadores da principal contra a loita dos traballadores das auxiliares. E agora se está preparando a utilización dos traballadores da auxiliar contra a dos traballadores da principal”. “O resto dos sindicatos”, añade, “levan anos dividindo o movemento obreiro entre principal e compañías. Mentres esa división se manteña, xurdirán este tipo de situacións. A única maneira de evitalas é actuar como clase obreira. O que non imos facer nunca é dicir que uns traballadores que loitan polos seus dereitos, sexa a principal ou a industria auxiliar, prexudican a outros traballadores”.