La Oficina Técnica da Seca acaba de declarar la prealerta por escasez moderada de agua en las bacías del río Mero y del río Anllóns (en la zona norte de A Coruña y en el subsistema de Baiona). Son las primeras medidas que se toman este verano e implican un mayor seguimiento de la situación a partir de ahora. En los embalses de Cecebre y de Baiona la ocupación es inferior a la media.
El resto de Galicia sigue en una situación normal y, en el caso de Ferrolterra, el embalse de referencia para el abastecimiento, el de As Forcadas, mantiene una ocupación del 89% en el último boletín hidrológico publicado por Augas de Galicia (con fecha del 17 de julio), con 8,81 hectómetros cúbicos. Está por encima de la media gallega en masas de agua para el consumo (que es del 86%) y también es superior a la que había el año pasado a esta misma altura (el 18 de julio de 2022 la ocupación fue del 87%).
Los otros dos embalses de Ferrolterra tienen uso hidroeléctrico y se ubican en As Pontes. El de A Ribeira tiene una ocupación del 79% (frente al 75% del año pasado en la misma época), con 25,88 hectómetros cúbicos recogidos. El del Eume, el segundo de mayor capacidad de Galicia, tiene en la actualidad 108,72 Hm3, un 88% del volumen total, frente al 77% de mediados de julio de 2022.
La situación evolucionará a lo largo del verano en función de las precipitaciones, en un contexto en el que preocupan las consecuencias de la crisis climática.
En los últimos años, a mediados de julio la situación era dispar. Si ahora se está en números similares a los del ejercicio pasado (cuando hacia finales del estío se llegó a los niveles más bajos de agua embalsada en los registros), hubo anualidades en las que se llegaba al 100%. Es lo que sucedía en los registros del 19 de julio de 2021, con un 99,51% en As Forcadas. En el 2018 se estaba en un 99,82%, en el 2016 al 99,04% y en el 2014, al 100%. En la última década, solo en 2022 y en este 2023 se ha estado por debajo del 90% a estas alturas del verano.