“Poniéndole cara a la violencia” (editorial SM-PPC) es el título del nuevo libro del profesor y pedagogo Emilio Tresgallo que hoy viernes presenta en la Central Librera de la calle Real a las 18.30 horas. Continúa, de esta manera, construyendo un proyecto, Tresgallo-Bullying-Cero, que comenzó con la publicación de su primer trabajo, “Acoso escolar” (Pirámide).
En este caso, el autor opta por la foto-elicitación para trabajar las emociones poniendo el foco en la esfera educativa. “Abordo el tema de la violencia”, explica, “desde una triple dimensión: la filioparental, la de género y el acoso escolar. Todas ellas han aumentado”.
Tresgallo asegura que en un mundo absolutamente digitalizado como el actual y en el que los jóvenes son ya nativos digitales, por lo que, señala, “si queremos trabajar con ellos en el aula o en la familia tenemos que ganárnoslos, conectar con ellos. Por lo tanto, si queremos trabajar el problema de la violencia tiene que ser a través de imágenes, que es lo que actualmente nuestros chicos dominan y con lo que se identifican”.
Comprender y asumir la “brecha” tecnológica entre generaciones es una de las claves, pero no la única que apunta Tresgallo. Así, comenta que “en una sociedad con tanta polarización y tanta violencia, debemos trabajar valores importantes como la valentía, la responsabilidad y la empatía para ponerse del lado de esa víctima. Es fundamental no convertirse en espectadores silentes que, siendo conocedores de una situación violenta o de acoso, no hacen nada, con lo cual acaban convirtiéndose en cómplices”.
El autor es también el impulsor de un proyecto para erradicar el
acoso escolar
En este sentido, el autor de “Poniéndole cara a la violencia” alaba el sistema implantado en Finlandia, el método Kiva, en el que “los testigos o conocedores de una situación de acoso no se quedan de brazos cruzados, sino que se ponen del lado de la víctima, por lo que el agresor es aislado y se lo pensará dos veces antes de intentar actuar de nuevo”. La enseñanza es, añade Tresgallo “ser valiente, ir donde tu profesor y decirle lo que ves para, de esa manera, no convertirte en cómplice”.
El libro profundiza, lógicamente, en la necesidad de construir un mundo “más justo e igualitario” y eso pasa, dice el profesor, por reducir la brecha entre el hombre y la mujer en todos los sentidos, también en la manera de presentar a los apoyos o escudos. “Gracias al magnífico trabajo de la ilustradora, Lucia Polanco, empoderamos a la mujer, en este caso a la coordinadora de bienestar emocional, que es una figura obligatoria en los centros desde hace un par de años”, dice.
Para Tresgallo, el libro es “un complemento creo que muy válido porque aporta material interesante y práctico para poder trabajar en las tutorías. A veces la falta de tiempo –porque el curso va muy deprisa y hay materia que dar y plazos que cumplir– no nos permite trabajar estos temas y pienso que el libro facilita esa labor”, finaliza.