La excavación, durante unos días en verano, del castro de Esmelle ha dado resultados prometedores. El director de la prospección, Samuel Nión, y el de la Cátedra de Arqueoloxía e Educación Patrimonial, Juan Luis Montero, presentaron las primeras conclusiones en las jornadas del Proxecto Esmelle, que se llevaron a cabo en la mañana de ayer en el local social de la entidad vecinal.
La zona tiene un gran potencial, puesto que, aunque apenas se han excavado 40 metros cuadrados, se reconocen restos castreños cuya datación exacta está pendiente de unos resultados que están a punto de llegar –no lo hicieron para la presentación pero se esperan a principios de semana–. Lo que sí se sabe es que es un castro de un tamaño mayor que el habitual y que tiene sus defensas en un estado de conservación poco usual en este tipo de estructuras.
Los vecinos de Esmelle piden la limpieza de la zona, con vistas a la próxima campaña de excavaciones (el convenio entre la Universidad y el Concello de Ferrol incluye cuatro) y también apuntan hacia la creación de un parque arqueológico, debido a la importancia de los vestigios. Esto le daría mayor entidad al conjunto y permitiría avances en la divulgación.
Relacionado con la Cátedra, el arqueódromo previsto en el Torrente, con fines didácticos, está ya punto de ser inaugurado.
Las jornadas incluyeron también charlas sobre la línea Maginot (defensa de la frontera francesa frente a Alemania e Italia) a cargo del historiador Enrique Barrera y el fotógrafo César Toimil; sobre la empresa Cholita Corme, que da nueva vida a las redes de pesca, a cargo de Gema Neira; y sobre la toponimia de la zona, con Gonzalo Navaza.