Esteiro acumula hasta 14 viviendas en estado ruinoso en la calle en la que se produjo el derrumbamiento

Esteiro acumula hasta 14 viviendas en estado ruinoso en la calle en la que se produjo el derrumbamiento
El vicepresidente de la AVV, Miguel López, en las ruinas del edificio

El derrumbamiento del número 35 de la calle Carlos III, que arrastró consigo, al compartir medianera, al número 33, ha vuelto a poner de manifiesto el mal estado de mantenimiento de la parte antigua de Esteiro, especialmente la conocida como calle San Carlos,  que es el vial central del antiguo barrio y prácticamente el único que se conserva.


No es la primera vez que un suceso similar ocurre en el barrio y de ello son muy conscientes desde la Asociación Vecinal de Esteiro, cuyo vicepresidente, Miguel López, recuerda que se ha llamado muchas veces la atención ante el Concello sobre el estado de las viviendas.


Un paseo por la zona es bastante desalentador y el recorrido por Carlos III, si bien tiene el encanto de un barrio antiguo situado en una zona de gran auge, con la Universidad como pilar, acumula, como tienen contabilizado en la entidad vecinal, hasta 14 inmuebles en estado ruinoso.


De hecho, a solo unos metros, en la esquina situada frente al lugar donde se vinieron abajo esta semana dos edificios –uno abandonado y el otro en obras–, se produjo en 2019 otro derrumbamiento, el del número 22. Tampoco en esa ocasión hubo que lamentar daños personales, pero ya por aquel entonces, e incluso años antes, se sabía del riesgo que suponían los edificios próximos, en los que ya incluso había habido que retirar elementos.


El número de edificios en ruina da para un detallado recorrido, en el que Miguel López, señala algunos de ellos, como la esquina de la travesía Saúde con Carlos III o la confluencia con Adán y Eva, entre muchas otras.


La casuística de cada una es diferente: múltiples propietarios que no residen en Ferrol, herencias a las que no pueden hacer frente los nuevos dueños, falta de recursos o solamente dejadez. Sin embargo, sí coinciden en el resultado: inmuebles con grietas, sin tejados o a punto de caer, balcones colgados y una peligrosidad, que en algunos casos está señalizada simplemente con vallas y, en otras, ni eso.


No solo es un riesgo aparcar bajo estas casas sino también residir, con pisos en buen estado o rehabilitaciones, arriesgándose a que el edificio de al lado se venga abajo. La situación de los inmuebles en mal estado no afecta, por tanto, solo a la propiedad sino al vecindario y a quien disfruta de él. De hecho, explica Miguel López, el número 47 se encuentra al lado de la plaza Escola das Pedreiras, donde a menudo se reúnen escolares de los centros de la zona, cuando al lado hay una casa que reviste peligrosidad.


Desde la AVV de Esteiro son conscientes de que los culpables del estado de las viviendas son los propietarios. El Concello tiene expedientes abiertos y está en proceso de declaración de ruina de muchos de ellos, con una larga tramitación administrativa. Pero, como señala el vicepresidente de la entidad vecinal que “hay que buscar una solución que permita recuperar la identidad de Esteiro y la historia del barrio”.


Las ayudas del ARI no han tenido el éxito que podrían, y en la última convocatoria hubo más subvenciones que peticiones.

 

 

Un barrio para estudiantes


Por eso, desde la entidad, verían con buenos ojos una medida como la que se está poniendo en marcha en Ferrol Vello, el plan Rexurbe, en el que alguna administración adquiriese esas casas y las recuperase. Una idea en la que el responsable de la AVV de Esteiro va más allá, al plantear, incluso, aprovechar el importante papel del Campus y la vida universitaria del barrio para crear una pequeña ciudad universitaria, con pisos rehabilitados para que pudiesen ser alquilados por los estudiantes.


Pese al deterioro de muchas viviendas, Esteiro es un barrio vivo y prueba de ello son los muchos vecinos que se acercan al representante vecinal para comentar el suceso del derrumbamiento de la vivienda y el estado del barrio.


Marisa, una vecina con una propiedad en la propia calle Carlos III, culpa de que no se rehabilite a las muchas “pegas” que se ponen desde el Concello.


“Nosotros tenemos que poner el suelo de madera, cuando es un interior; si lo alquilamos, ¿quién va a mantenerlo en buen estado?”, explica esta vecina.


Otro de los viandantes y socio de la entidad vecinal, Francisco, es un enamorado del barrio. “Cuando era joven y salía por aquí siempre pensé que cuando me hiciese mayor viviría en Esteiro y así lo hice”, asegura.


Sin embargo, ahora cree que no se le presta la atención que debería y que los residentes tienen muchas carencias, entre ellas el aparcamiento. “Las peque paradas de los colegios hacen que tengamos que sacar el coche de delante de casa a determinadas horas y no hay sitio para aparcar”. El Campus también hace que esta zona sea una de las que más coches acojan, pero todo eso no impide que sea un barrio deseado y con el que los vecinos están contentos. Eso sí, “si se conservase y potenciase”. 

Esteiro acumula hasta 14 viviendas en estado ruinoso en la calle en la que se produjo el derrumbamiento

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