El despliegue de la fragata “Almirante Juan de Borbón” y del Buque de Aprovisionamiento para el Combate “Cantabria” incluirá su participación en varios adiestramientos multinacionales, entre los que figura el “Steadfast Defender”, un ejercicio que se lleva a cabo cada tres años y que implica una importante movilización de recursos técnicos y de personal. Se hará, además, con España al frente del SNMG-1, la agrupación naval permanente de la Alianza en el Atlántico Norte, y con la F-102 como buque insignia de esta flota.
El “Steadfast Defender” será, según fuentes de la OTAN recogidas por The Financial Times, el mayor ejercicio militar desde la Guerra Fría. El escenario ficticio que proponen para el entrenamiento es el del rechazo a la agresión a uno de los países miembros de una alianza liderada por Rusia. Se utilizarán datos geográficos reales para darle más realismo a la simulación. Implicará a más de 40.000 soldados, entre 500 y 700 unidades aéreas de combate y más de medio centenar de barcos. En total, serán 32 países, contando también a Suecia, cuya adhesión a la OTAN, solicitada, junto con la de Finlandia, tras la invasión rusa de Ucrania, está pendiente de sus últimos trámites.
El adiestramiento tendrá lugar en febrero y marzo en Alemania, Polonia y los países bálticos y forma parte de una estrategia de intensificación de las maniobras que es además una demostración de fuerza en una zona muy tensionada.
Los barcos con base en Ferrol participarán también en ejercicios más frecuentes, que se llevan a cabo en aguas del norte europeo. Es el caso del “Dynamic Mongoose”, un adiestramiento de guerra antisubmarina que implica a diferentes unidades y que se lleva a cabo hacia el final de la primavera.
Otras maniobras típicas son las del “Baltops”, un ejercicio multinacional anual en el Báltico para practicar operaciones anfibias y marítimas a gran escala que comenzó a realizarse en 1971 y que supone también una demostración de fuerza en la zona.
España lidera el SNMG-1 desde el cambio de mando celebrado en la base naval alemana de Wilhelmshaven la semana pasada, en un acto presidido por el Jefe de Estado Mayor del Comando Marítimo Aliado, vicealmirante Delgado Roig. La fragata F-102 relevó a la alemana “Hessen” como buque insignia. Durante los próximos seis meses, el contralmirante Ruiz Escagedo ejercerá el mando del SNMG-1 a bordo de la “Almirante Juan de Borbón”. El grupo de mando estará en esta ocasión integrado en su mayoría por militares españoles, así como personal de países aliados como Alemania, Polonia, Portugal, Reino Unido y Holanda.
Actualmente en las operaciones del SNMG-1, denominadas “Brilliant Shield”, participa la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad, que incluye a la F-102, al “Cantabria” y también al buque alemán FGS “Bonn” y a la fragata italiana ITS “Rizzo”.
Las distintas maniobras tienen como objetivo la disuasión, la defensa colectiva, la presencia naval y el incremento de la interoperabilidad entre Armadas. También se afianza, explican desde Defensa, el compromiso que España y las Fuerzas Armadas tienen con la OTAN.
La integración en el SNMG-1 tendrá una duración aproximada de dos meses para el BAC “Cantabria” y de seis para la fragata. Operarán principalmente en áreas del Mar del Norte, Atlántico Norte y el Báltico.
Las dotaciones de los barcos españoles, que incorporan además una Unidad Aérea Embarcada de la 10ª Escuadrilla de Aeronaves, un Equipo Operativo de Seguridad de Infantería de Marina y personal comisionado –entre los que se encuentra un médico y un controlador de aeronaves en el mar–, las Fuerzas Armadas aportan más de 400 efectivos a la Alianza Atlántica.