La tercera Encuesta de Población Activa (EPA) de 2023, correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre y hecha pública esta mañana ha sido, nuevamente, un jarro de agua fría para la ciudad naval. Como ya se mencionó en anteriores análisis, las características socioeconómicas de Ferrol hacen de este balance trimestral una experiencia agridulce, dado que aún registrando importantes mejorías, como ha sido este último caso, siempre permanece por detrás del resto de grandes ciudades de Galicia.
Y es que, según el informe del Instituto Galego de Estatística (IGE), Ferrol mejoró en el mencionado período en áreas como las tasas de ocupación y de paro –esta última con resultados sobresalientes–, pero factores como la gran desigualdad entre población activa e inactiva respecto a otras urbes continúan lastrando los resultados generales.
Comenzando con los segmentos de población, la tercera EPA del año registró un total de 54.600 habitantes mayores de 16 años, 900 más que en el segundo trimestre, pero 100 menos que en el primero. Asimismo, comparado con el mismo período de 2022 y 2019 las caídas fueron de 900 y 1.300 personas, respectivamente.
Esta diferencia frente a la primera mitad del año puede interpretarse por el retorno de estudiantes y trabajadores desplazados a Ferrol por la temporada estival, pero al mismo tiempo la comparativa con años anteriores certifica una caída general en el volumen de habitantes.
Teniendo en cuenta este total, llama la atención un incremento de 400 personas en la población activa –la suma entre la ocupada y la que está en el paro–, que se sitúa en 23.000 personas, frente a las 22.600 de la EPA anterior, aunque 400 por debajo de la primera del año. Dentro de esta, la población ocupada –aquella con edad de trabajar y que tiene un empleo o busca uno de forma activa– alcanzó las 21.000 personas, 700 más que en el primer trimestre y 1.000 más que en el segundo.
El paro, por otro lado, volvió a ser más que positivo, situándose en las 2.000 personas, la cifra más baja no solo del año –4.100 en la primera EPA y 3.600 en la segunda–, sino también de este mismo período de 2022 (4.000) y 2019 (4.200).
Por último, la población inactiva –que se compone, entre otros, de jubilados y prejubilados, trabajadores con bajas o incapacidades permanentes, amas de casa o estudiantes– volvió a ser el factor más disonante del informe. Tal y como refleja el documento, esta se situó en 31.600 personas, es decir el 57,8% del total de habitantes de la ciudad. Esta cifra, además, experimentó un nuevo crecimiento respecto a los dos primeros trimestres 300 y 600 personas, respectivamente.
En lo relativo a las tasas de actividad, ocupación y paro, la situación mejoró notablemente respecto a anteriores períodos.
El peor resultado se registró en la tasa de actividad, con un 42,1%, el mismo que en el segundo trimestre y un 0,7% por debajo del primero; mientras que la de ocupación alcanzó el 38,5%, un 3,1% por encima de la segunda EPA. El paro, por su parte, fue del 8,6%.