La madrugada del pasado lunes, 4 de julio, marcó el inicio de la nueva campaña del pulpo; un período de gran expectación entre los profesionales del sector por su gran valor y demanda en la comunidad, pero también de notable incertidumbre por los desi-guales resultados de años anteriores. De hecho, hablar a día de hoy de una recuperación del mercado sería, cuanto menos, completamente ingenuo, teniendo en cuenta que las cifras registradas en los últimos cinco años no son ni la sombra del volumen de capturas veinte años atrás –en comparación, el mejor mes de julio de este lustro, 2019, supuso 1.722,8 kilos; diez años antes, en 2009, se pusieron a la venta en la lonja de Ferrol 4.052,1–.
No obstante, tan importante como conocer el antiguo mercado es analizar la evolución del actual y, de acuerdo con los datos estadísticos del portal Pesca de Galicia, el pósito de la ciudad naval cerró, con 1.257,2 kilogramos de pulpo, su mejor inicio de campaña desde el mencionado 2019 –y, tras ese, desde 2014, con 1.666,4–. Sin embargo, si bien un inicio fuerte de campaña es un buen indicador, el éxito de la misma dependerá, a día de hoy, del volumen de capturas hasta octubre. Y es que, a pesar de contar con excepciones como algunos de los primeros meses de los años 2014, 2015 o 2019, la tendencia en la última década es que el grueso de la campaña se concentre en el primer cuatrimestre de la misma –de hecho, salvo las excepciones mencionadas, todos los inicios de año desde 2011 han sido notablemente nefastos en comparación con ejercicios anteriores–.
El balance, por el momento, es positivo, suponiendo el primer mes de la temporada 2022-2023 el 47% del volumen total de capturas de la anterior (2.670 kilogramos) y el 49,4% de toda la campaña 2020-2021 (2.543).
Otra faceta destacable de este primer mes de campaña frente a la anterior ha sido el bajo precio del kilogramo de género. Durante el mes de julio, el precio medio del pulpo en Ferrol se situó en los 7,8 euros, casi dos por debajo de 2021 (9,5). Curiosamente, no parece haber correlación entre el volumen de capturas y el coste del producto, como podría parecer a simple vista. Un rápido análisis por las estadísticas de Pesca de Galicia muestra que no solo el precio ha sido completamente inconsistente durante los últimos años –el del presente año está lejos de ser el más bajo–, sino que tampoco se corresponde con cuántos kilogramos fueron puestos a la venta durante dicho período.
A modo de ejemplo, podría pensarse que los 9,5 euros de julio de 2021 responden a que solo se capturaron 608 kilos y que, por tanto, la demanda hizo subir el precio. Sin embargo, en 2020 el inicio de temporada, en parte por la pandemia de coronavirus, fue extraordinariamente lento –104 kilogramos durante el primer mes–, pero el coste, en lugar de dispararse, se situó en los 6,2 euros el kilo; el más bajo desde 2017 –con 5,5 euros y un volumen de capturas de más de una tonelada de género–.
Finalmente, desde la Xunta también se abordó este inicio de temporada, destacando tanto los buenos resultados de la presente como la evolución positiva que comenzó a observarse en la anterior.
En este sentido, la conselleira do Mar, Rosa Quintana, aseveró que la tendencia actual demostraba que se trataba de un mercado “cíclico”, augurando un incremento general en base a la “abundancia de xuvenís”.