Desde el pasado 2019, año que ya se toma como referencia a la hora de comparar la coyuntura financiera previa a la pandemia de coronavirus, el balance de creación de empresas se ha convertido en uno de los principales indicadores para analizar la recuperación económica. En el caso de Ferrolterra, dadas sus características poblacionales y su tradición industrial y del sector primario, este balance, junto a los informes periódicos del desempleo y la EPA, es especialmente relevante.
Así, el Instituto Galego de Estatística (IGE) publicó ayer su último balance de creación de empresas en Galicia, correspondiente al mes de diciembre, donde se constata que el área de Ferrolterra superó, aun con un margen reducido, los resultados de 2019. Tal y como refleja el documento, en el conjunto de las tres comarcas se fundaron durante los últimos doce meses un total de 159 nuevas compañías, siete más que en el ejercicio anterior al estallido de la epidemia mundial.
Por territorios, Ortegal fue el único que cerró el año en negativo, con una firma menos que en 2019 –pasó de doce a once–. Curiosamente, tanto el Eume como Ferrol registraron un mismo incremento interanual, pese a contar con una densidad empresarial muy diferente –en ambos casos cuatro nuevas compañías, pasando el entorno de la ciudad naval de 118 a 122 y el Eume de 22 a 26–.
Si bien estos resultados son más que positivos, se encuentran muy alejados de las cifras de 2022, que se situó como uno de los mejores ejercicios de la serie histórica. En este sentido, la comparativa interanual sería negativa, con una caída de 30 empresas en el conjunto de las tres comarcas –189 frente a las 159 de 2023–. En Ferrol el descenso fue de catorce empresas –de 136 a 122–, mientras que en Ortegal fundaron siete menos –de 11 a 18– y en el Eume nueve –pasando de 35 a 26–.
Respecto a los datos concretos del mes de diciembre, este último período fue bastante positivo para el área, especialmente ante un primer trimestre del año relativamente lento en comparación con el ejercicio anterior.
El entorno de la ciudad naval, por un lado, despidió 2023 con 15 nuevas compañías, superando así no solo a 2019 (11), sino también los resultados de 2022 (13). El Eume, por otra parte, registró el mismo número de fundaciones que en el ejercicio previo a la pandemia (3), que a su vez es una menos que el año pasado. Finalmente, Ortegal, al igual que en 2022, no registró en diciembre ninguna nueva empresa, lo que contrasta con las tres de 2019.
Por otra parte, las sociedades de responsabilidad limitada han sido la forma jurídica más prevalente del presente ejercicio. Así, de las 159 compañías fundadas en 2023, 155 adoptaron esta denominación, entrando las cuatro restantes en la categoría de “otras” –y, por tanto, quedando a cero una vez más el apartado de anónimas–.
Por territorios, Ferrol, que tiene un mayor volumen empresarial, registró tres de estas firmas no clasificadas, mientras que el Eume contó con una y Ortegal con ninguna.
La distribución mensual de creación de empresas fue muy dispar a lo largo del año. Por una parte, en el entorno de la ciudad naval y la comarca eumesa los principales picos de fundaciones se dieron en los meses de enero y junio, a los que se sumarían octubre y diciembre en el caso de Ferrol. Ortegal, por otra, tuvo un 2023 lento pero estable, en el que solo destacaron marzo y octubre.
De un modo más concreto, en el territorio ferrolano el año arrancó con fuerza, aunque muy por detrás de 2022, con una treintena de fundaciones a lo largo del primer trimestre frente a las 42 del ejercicio anterior. Entre abril y junio la tendencia se mantuvo, alcanzando las 31, aunque nuevamente se quedó corto respecto a las 40 del año anterior. Afortunadamente, a partir de este punto la comarca retomó el buen ritmo, cerrando el tercer trimestre a solo seis compañías de 2022 –de 25 a 19– y ya el último superando el año pasado por un margen de diez empresas –de 29 a 39–.
El Eume, por su parte, tuvo un arranque potente, con cuatro nuevas compañías en enero y tres en febrero. A partir de entonces, no obstante, la media se mantuvo en dos por mes, salvo junio, agosto y diciembre –cuatro el primero y tres los otros dos– y octubre y noviembre, donde no hubo ninguna fundación. En comparación, a lo largo de 2022 solo se registró un mes en el que no se constituyó ninguna empresa, en junio, mientras que en abril y septiembre se alcanzaron sendos picos de cinco nuevas firmas.
Por último, el ejercicio en Ortegal fue mucho más lento que el anterior, con un solo pico de fundaciones –tres, en marzo–, frente a los cuatro de 2022.