Trece días de trabajo arduo han conseguido que Esmelle y su patrimonio arqueológico vuelva a ser referente un verano más gracias a la Cátedra de Arqueología del Concello y la UDC. El trabajo en Tralocastro ha dejado, además, nuevos descubrimientos y un balance más que positivo.
El director técnico del proyecto, Samuel Nión, explicó en el diario de las excavaciones que “foi identificado un complexo sistema de entrada ao castro, cun gran torreón, corpo de garda e unha calzada empedrada que uniría todo o acceso. Todo este espazo organízase entorno a unha gran construción ovalada, de coidada factura e tellado en lousa, que semella ter sido empregada para uso colectivo. Os achados recuperados sitúanse entre os séculos IV e I a.C., e amosan unha notable monumentalidade arquitectónica e unha capacidade de planificación fóra do común para a época”.
Todos estos hallazgos corroboran el “tesoro histórico” del castro de Esmelle, del que destacan la buena conservación que permite servir de base para el estudio de la cultura “castrexa” en Galicia. Todo el trabajo que se ha visto respaldado por el interés que desprende en la ciudadanía y que se reflejó asimismo en la multitudinaria visita celebrada en la penúltima jornada, se debe, como señalan desde la organización, a “los doce de Esmelle”: Samuel, Martín, Verónica, Borja, Elena, Antía, Paula, Lucía, Juan Manuel, Eloy, Víctor y Juan Luis.
El último día –la decimotercera jornada– se tapó ya la zona excavada para su protección y conservación, con el fin de volver el próximo año con “fuerzas renovadas” y a la espera de poder contar con apoyos para la creación de un museo en Ferrol.