La fragata "Álvaro de Bazán", integrada en la Agrupación Naval Permanente de la OTAN número 1, ha finalizado su participación en los ejercicios Joint Warrior, organizados bianualmente por el Reino Unido, a la que ha dedicado dos semanas de adiestramiento con buques de hasta diez nacionalidades diferentes (Estados Unidos, Noruega, Holanda, Reino Unido, Portugal, Gran Bretaña, Dinamarca, Polonia, Alemania y Francia). Se han desarrollado en latitudes superiores a las del Círculo Polar Ártico, frente a las costas de Noruega, zona denominada como High North. La participación en Joint Warrior ha sido "un auténtico reto en cuanto a condiciones meteorológicas de mar, viento y visibilidad en la zona, así como por el frío extremo habitual de estas latitudes en el invierno", indican desde el Estado Mayor de la Defensa.

En el ejercicio han participado más de una veintena de unidades navales y diferentes medios aéreos de la OTAN, incluyendo también a la F-102, la "Almirante Juan de Borbón". Es uno de los más potentes a nivel europeo y permite "aumentar la interoperabilidad, capacidades de disuasión y fortaleza de la Alianza, todo ello enmarcado en un escenario geoestratégico realista y multiamenaza". Al mismo tiempo, dentro de los fiordos noruegos, se desarrolló el ejercicio Joint Viking, centrado en operaciones terrestres y de desembarco anfibio.

La fragata se dirige ahora hacia el mar del Norte para reanudar su programa de adiestramiento operativo con el resto de unidades del SNMG-1, y para realizar las tareas de vigilancia y presencia reforzada en zonas de interés.

La "Álvaro de Bazán" está al mando del capitán de fragata Jesús Viñas Barciela y cuenta en la actualidad con 220 mujeres y hombres a bordo, incluyendo una unidad aérea embarcada, un equipo operativo de seguridad del Tercio y un capellán.