La agrupación marítima permanente de la OTAN número 2 (SNMG2 en sus siglas en inglés), en la que está integrada la fragata “Almirante Juan de Borbón”, la comanda desde principios de julio el oficial Scott Sciretta, de la fuerza naval estadounidense, que mantendrá este liderazgo hasta junio de 2023. Sin embargo, tras su paso, el fin de semana, por el puerto turco de Aksaz, la configuración del grupo ha cambiado levemente, según advertía la propia OTAN en sus comunicaciones a través de las redes sociales. Sciretta transfirió este lunes el mando y el control a la F-102, comandada por el capitán de fragata Raúl Alba, “por un período indefinido de tiempo”. Poco después el grupo dejó el puerto.

Se trata, explican, de una muestra real de interoperabilidad entre las marinas que integran la agrupación. “Esta capacidad de cambiar el mando y el control a un barco diferente de otra nación miembro de la OTAN habla de la capacidad de la Alianza para operar no solo con capacidades intercambiables sino también con elementos de mando interoperables”, apuntan desde el SNMG-2.

La F-102 arribó al puerto de Aksaz el viernes, junto con otras naves como el destructor USS Forrest Sherman (en donde está embarcado el comandante Sciretta y que opera habitualmente como buque insignia), el TCG Kemalreis (Turquía) o el HS Kountouriotis (Grecia). Fue una oportunidad para los cuadros de mando y para la tripulación para “interactuar entre ellos”, además de para ofrecer una oportunidad de descanso y relajación.

La fragata “Almirante Juan de Borbón” salió de su base en Ferrol el pasado 15 de julio para su integración en la fuerza multinacional de la OTAN –en la que también han estado, este año, la “Blas de Lezo” o el BAC “Cantabria”– y tiene previsto su regreso en el mes de septiembre.