Las mareas vivas de esta semana han movilizado a los furtivos, que en las últimas jornadas, como ya sucedió el pasado mes de agosto con otro ciclo parecido (aunque no tan pronunciado como el actual), han copado alguno de los bancos más productivos de la ría en estos momentos, como es la zona del canal de la ría entre los castillos.
La pasada medianoche se igualó el valle de la bajamar, con apenas 14 centímetros de altura, la misma que en la noche (23.30 horas) del miércoles, marea en la que el Servizo de Gardacostas, dependiente de la Consellería do Mar, desarrolló un operativo específico en el que también participaron, en este caso desde tierra, agentes de la unidad de la Policía Nacional de Santiago adscrita a la Xunta.
La actuación puso el foco especialmente en las “zonas máis problemáticas”, según explicaron fuentes del departamento que dirige Alfonso Villares, respondiendo así a las indicaciones de la cofradía de pescadores y mariscadores de Ferrol y también a experiencias anteriores.
“Si cuidamos un poco las zonas podríamos dar más carnés a gente que sí quiere trabajar en el mar”
En el transcurso del operativo se levantaron siete actas de presunta infracción en la zona del castillo. Además, se incautaron ocho azadas y un rastrillo de jardinería, además de decomisarse cerca de 29 kilos de almeja babosa que, como es norma en este tipo de actuaciones, fue devuelta al mar.
El patrón mayor del pósito de Curuxeiras, Gustavo Chacartegui, quiso agradecer al Servizo de Gardacostas y a la Policía Autonómica su trabajo y lamentó el daño “a las pocas zonas productivas que tenemos” que provocan los furtivos, “que han ido todos los días de la semana, con alguna marea con hasta 30 personas machacando esa zona y dejándola tocada ya durante meses”, aseguró. En esa línea, Chacartegui explicó que el marisco de esa zona de entre castillos, de talla extra, se vendió en la subasta de ayer a 37 euros el kilo. “Un socio con permiso de explotación si recolecta tres kilos hace más de 100 euros diarios que, al cabo de un mes, le permitiría tener un sueldo mínimamente digno” con solo una marea”.
Por ello, el patrón mayor subrayó la importancia de “cuidar las zonas, trabajándolas de manera racional y contando con la colaboración de Gardacostas y el resto de cuerpos de seguridad para vigilar las zonas no de una manera puntual, sino todos los días porque de esta actividad viven muchas familias”. “De esta forma, recuperando los bancos, garantizo que desde la cofradía conseguiríamos recuperar parte del recurso y poder dar una respuesta positiva a la gente que me ve y me pregunta si vamos a dar más carnés: hay gente joven que quiere trabajar en el mar, incluso alguno de los que ahora son furtivos”, añadió.