Tres de los chefs que mayor repercusión tienen en la urbe naval a día de hoy, Daniel López, Álex Martínez y Adrián Pérez, fueron los encargados ayer de dar forma a la primera edición de la cita “Pan de Barco”, un evento que combina gastronomía y turismo industrial, algo de lo que Ferrol va sobrado.

El acto se celebró en el centro cultural Torrente Ballester y del mismo disfrutaron las 50 personas para las que estaba reservado el mismo. Una ocasión única para los amantes de la gastronomía que no quisieron perderse ver trabajar mano a mano a estas tres figuras de la alta cocina local, que no dudaron en ejercer de pinches de sus compañeros, trabajando codo a codo, montando platos y sirviendo al público.

Al acto asistieron los concejales Arán López y Maica García por parte del Concello y la delegada territorial de la Xunta en Ferrol, Martina Aneiros. También estuvieron presentes en este particular showcooking el patrón mayor de la cofradía de la ciudad, Gustavo Chacartegui; Luisa Barro, de la Asociación de Hosteleros de Ferrol y Comarca:  El gerente de Exponav, Rafael Suárez, y el director del Museo Naval, Juan Gómez Corbalán.

Platos con historia y fusión
 

Todas las propuestas gastronómicas, que fueron muy aplaudidas por el público presente en el acto, son fruto de la fusión de algunos de esos platos que llegaron a Ferrol por vía marítima, a través de aquellos marinos que emulaban aquí aquellas elaboraciones que habían probado o que hablaban de ellos. 

En el caso de Adrián Pérez, de Sinxelo, fue el encargado de recordar algunas las historias que le fueron llegando –muchas de ellas fruto de la colaboración de personal de Exponav y el Museo Naval– de aquellos viajeros que recorrían mundo embarcados, precursores de la cocina que bebe de otras tradiciones. En el caso de Pérez, cocinó un plato propio de la cocina filipina, aquella de la que bien podría decirse que nos llegaron elaboraciones tan nuestras hoy en día como el raxo o la zorza. Carnes adobadas y especiadas que beben de la tradición de aquel país aunque parezca que siempre han sido muy nuestras. El chef ferrolano presentó un “lumpiang de tocino en adobo” una elaboración de una especie de filloa con panceta realizada a baja temperatura, muy especiada con toques de orégano, pimentón o vino, entre otros, que hizo las delicias de los presentes y recordó mucho a alguno de los platos de su carta.

Por su parte, Mar Lago y Álex Martínez, de Bacelo, flamantes ganadores del Tapéate, fueron los encargados de hacer una reinterpretación de la cocina de Guinea Ecuatorial, con su “Boll-Mina de congrio a la ferrolana”, un plato con el que rememoraron las elaboraciones que se realizan en el país africano con un ingrediente un tanto arriesgado y casi impensable por estas latitudes como la carne de la anaconda. En este caso sustituyeron ese elemento principal por otro de gran parecido estético como un Congrio de 15 kilos, adquirido durante la mañana en la plaza de abastos de Ferrol. El sabor de la tapa, de matices muy intensos, también gustó mucho entre los presentes.

Daniel López, de O Camiño do Inglés fue en el encargado de rememorar los sabores de la isla de Cuba, y para la ocasión elaboró su particular reinterpretación de la “ropa vieja” del país caribeño, pero con el pescado y el marisco como ingrediente principal y un toque de ron. Los sabores de su cocina, fresca y desenfadada se hicieron presentes en otro bocado que entusiasmó.