La coincidencia en el tiempo de grandes obras en la calle de la Iglesia, en San Francisco y en la avenida das Pías ha convertido la circulación rodada en determinadas partes del centro de Ferrol en un laberinto cambiante lleno de sorpresas, a lo que se añade confusión sobre lo que está o no permitido tras anuncios como el de retirar las cámaras de vigilancia de la plaza de Armas (se inició el expediente y hasta que concluya, siguen activas).
A finales de la semana pasada se cortaba el paso en el tramo de la calle de la Iglesia que corre paralelo al bingo y al teatro Jofre y las máquinas están allí preparadas para empezar a picar. Ya no se puede girar desde la calle Coruña, de forma que hay que seguir recto hacia Irmandiños y, en la glorieta, se puede subir por la plaza de Galicia y por Concepción Arenal.
Son así tres las manzanas que están cerradas, mientras que otras tantas han abierto tras completar las obras (desde San Diego hasta Sánchez Barcáiztegui). A la altura de la concatedral los trabajos están ya avanzados, con las nuevas aceras, mucho más anchas, colocadas y el firme hormigonado. Hacia el Cantón, sin embargo, las tuberías están al aire y el paso es difícil en el estrecho espacio que dejan las vallas por una acera en la que se alternan tablas, pasos metálicos y piedras. Los vecinos de ese sector se quejan además de malos olores, al haber tuberías de saneamiento al aire que vierten directamente a la tierra.
La reurbanización de la calle de la Iglesia, impulsada por el Concello, comenzó en mayo de 2022, tiene un presupuesto de 4.112.845 euros y un plazo de ejecución previsto de 18 meses.
El otro punto caliente en el centro de la ciudad es la calle San Francisco. Su reurbanización implicará la desaparición del adoquín y de los aparcamientos. Se adjudicó por 887.600 euros y es cofinanciable al 80% con fondos europeos del programa Edusi. El plazo de ejecución es de seis meses aunque ya ha habido retrasos debido a la aparición de restos arqueológicos que podrían pertenecer a la antigua muralla medieval.
Los trabajos continúan calle arriba y también en los últimos días se ha avanzado en el cierre de nuevos tramos, de forma que está cortada la circulación hasta la altura del antiguo estanco. Para acceder desde Irmandiños a la zona que aún está intacta se van habilitando pasos por calles muy estrechas (en la actualidad, por Río Novo), por las que apenas caben los vehículos.
La gran obra que transformará la entrada a Ferrol es la humanización de la avenida das Pías, en marcha en sus dos tramos y que en en la actualidad está en fase de desmonte y eliminación de pasos elevados y puentes. Se ha cortado el tráfico desde el barrio de Caranza, dejando un carril en sentido Ferrol que todavía permite el desvío hacia la Trinchera. En sentido opuesto el corte está a la altura de la calle Juan de Austria, desde donde se permite el acceso a As Pías.
Estos obstáculos han modificado la salida y entrada a Ferrol (con desvíos del tráfico por A Gándara o por el interior del barrio de Caranza), aumentando la circulación por y hacia la avenida de Esteiro. Han cambiado también los itinerarios de los autobuses.
La eliminación de las barreras entre los barrios y la conversión de la llegada a la ciudad en una vía urbana accesible ha sido una promesa de las administraciones estatales durante años, con visitas de sucesivos ministros para hacer anuncios que nunca se plasmaban en realidades. Se puso por fin en marcha el 1 de junio de 2022 y supone una inversión de diez millones de euros en dos fases simultáneas. Está licitada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con cargo a los fondos europeos Next Generation. Su ejecución debería hacerse en 29 meses.
El actual gobierno ha anunciado que se trabaja en la reorganización del tráfico en el centro para facilitar el paso en un momento en el que hay varias calles cortadas y para recuperar plazas de aparcamiento perdidas.
El alcalde, José Manuel Rey, emplazaba a este mismo lunes para conocer algunas de estas decisiones, con la vista puesta además en un plan de movilidad que defina el modelo del barrio de A Magdalena más allá de la provisionalidad que imponen las obras.
El plan del gobierno anterior, del que dependía una subvención para poder actuar en el primer kilómetro de la carretera de As Pías, fue rechazado en el pleno con los votos en contra del PP y del BNG. Los populares tienen ahora mayoría absoluta para plasmar su visión de la ciudad en un documento básico para determinar el futuro.