El grupo Arriva, que en la comarca ofrece servicios de transporte de viajeros entre numerosas parroquias y cabeceras de los términos municipales, reabrió esta semana su taquilla principal en la estación de autobuses de Ferrol. La multinacional anunciaba el pasado martes por medio de sus redes sociales la decisión, devolviendo la actividad a una oficina que llevaba años clausurada.

Esta reapertura, como detalló una empleada de la compañía, en un principio no será temporal –es decir, como respuesta a un mayor tránsito de viajeros por los festejos navideños–, aunque sí se limitan las horas que prestará servicio: de lunes a viernes de 15.30 a 19.30 horas. En el resto de períodos, por tanto, será necesario adquirir, como hasta ahora, los billetes en los propios autocares –no ofrece la posibilidad de comprarlos por internet–.

Recuperación de la actividad

En cualquier caso, la decisión supone la recuperación parcial de la actividad en la estación, que con el paso de los años fue reduciendo sus servicios hasta el punto de que prácticamente solo pertenecen operativas las dársenas. Y es que, con la salvedad de la empresa de alquiler de vehículos Autos Brea –que ocupa el espacio del antiguo kiosko y el contiguo– y los propios viajeros, la ahora reabierta taquilla principal de Arriva es el único signo de vida en la infraestructura.

La cafetería O Trébol, que hasta hace un tiempo se ofertaba en alquiler, permanece clausurada y con sus ventanales cubiertos; mientras que los servicios de la primera planta están cerrados y solo se permite el uso del situado junto a las dársenas. Las taquillas, con la excepción de la principal de Arriva, tampoco prestan servicio –de hecho, esta compañía tiene otras tres de tamaño reducido, pero todas ellas están cerradas– y de los cinco locales laterales restantes, dos están ocupados, aunque sin actividad aparente, por la agrupación de Protección Civil y los otros tres se ofertan para alquilar.

Intermodal

Esta imagen, sumada a la de la estación de tren –prácticamente desolada por la falta de servicios y las múltiples cancelaciones de trayectos–, contrasta con la planteada en el proyecto de la intermodal ferrolana.

La propuesta, presentada por primera en noviembre de 2019, busca unir en un único edificio ambas infraestructuras, el cual se integraría con la futura configuración urbana del acuartelamiento Sánchez Aguilera. De este modo, la Xunta, que en los últimos presupuestos destinó una partida de 100.000 euros para su desarrollo conjunto con el Concello –aunque en total se destinarán más de seis millones de euros–, confía en que esta nueva edificación permita modernizar las líneas ferroviarias y, con ello, impulsar el uso de estos servicios entre la ciudadanía. Desafortunadamente, la propuesta permanece en un limbo administrativo, a la espera de obtener las autorizaciones pertinentes por parte de la entidad Adif.