El embajador jefe de la misión diplomática de Palestina en España, Husni Abdel Wahed, acusó ayer a Estados Unidos de “administrar en su beneficio y conforme a los intereses que representa” el ataque que desde el mes de octubre está sufriendo su país por parte de Israel.
En un coloquio con el profesor de Historia Antigua de la UDC, Juan Luis Montero Fenollós, presentado por la decana de la Facultade de Humanidades e Documentación, Manuela del Pilar Santos, el diplomático lamentó que la situación para el pueblo palestino “apenas ha cambiado desde el año 1947, que ha sido sometido a un proceso continuo de exterminio para imponer un proyecto en nuestra región, el Estado de Israel, creado por las grandes potencias a costa del pueblo palestino”.
Desde entonces, denunció, Palestina sufre “lo que llamamos `nakba´, catástrofe en árabe, y la historia se ha repetido una y otra vez, con episodios en los que ha subido el tono y que han despertado el interés de la comunidad internacional y de la opinión pública”. El que se está produciendo desde octubre es uno de ellos, aunque Husni Abdel Wahed considera que tiene “varios elementos nuevos”. Uno de ellos, afirma, es “la crueldad y la agresividad del Estado de Israel, que se quitó la máscara y se muestra como es: un Estado genocida, donde gobierna un grupo de fuerzas políticas filofascistas o fascistas. No es ningún secreto que desde 1977 en Israel ha habido un avance de la derecha hacia la extrema derecha y, ahora, al fascismo, con un tinte de fundamentalismo que en el resto del mundo es mal visto y combatido como un peligro que amenaza a la Humanidad, pero que lamentablemente en Israel es tratado con mucho cuidado”.
Se refiere el embajador en España a gobiernos como el estadounidense, del que, dijo, “crean un problema y luego venden su magnamidad repartiendo las migajas que nos ofrecen”. “Piensan que lanzando desde el aire 35.000 raciones de comida se convierten en el benefactor del pueblo palestino”, añadió. En esa línea, Husni Abdel Wahed, recuerda que la hambruna en Palestina que anteayer se cobró la vida de 16 niños “no se debe a la pobreza ocasionada por un desastre natural, sino por una política sistemática de un Estado genocida, que es Israel, y con el apoyo y la complicidad de algunos actores de la política internacional, principalmente Estados Unidos y sus aliados”.
El embajador palestino insistió en el papel que juega Estados Unidos, a cuyo gobierno acusó de “blindar a Israel en el Consejo de Seguridad de la ONU con su veto”. Así, se preguntó “¿cómo puede presentarse como benefactor si se opone a un cese del fuego? En el mejor de los casos, plantea una pausa humanitaria, que es muy inhumana: nos quieren facilitar algo de comer, para luego matarnos”. Así, destacó todas las acusaciones vertidas “por el presidente de la gran potencia del mundo que se cree el amo y señor del universo” sobre la decapitación de bebés y violación de mujeres, que, recalcó, “no han sido demostradas, pero, aún así, lo repiten sin pudor una y otra vez cuando incluso los propios israelís lo han desmentido”, dijo.
El embajador palestino, no obstante, no quiere generalizar y, en esa línea, diferencia entre actores internacionales que “desde el primer instante brindaron un apoyo incondicional a Israel y comenzaron un peregrinaje que le ha dado licencia para matar, empezando por Von der Leyen, Biden, el primer ministro británico o el canciller alemán...” y los que “afortunadamente no cayeron en la trampa”. Entre estos últimos sitúa a Irlanda, Bélgica o España. “Han tratado de manterse equilibrados, condenando por un lado y manteniéndose con cierta sensatez y sabiduría”, apuntó.
Para el resto, para los que, añadió, “elaboran y aprueban el Derecho internacional, tratatos y protocolos, para luego violarlos, y eso es una muestra de la bancarrota de valores de estos gobernantes”. No obstante, el embajador quiso separar la actuación de los gobiernos de la de los ciudadanos. “Afortunadamente sus pueblos tienen la situación mucho más clara y una postura diferente, y esto pone en evidencia la llamada democracia. Si los pueblos piensan de una forma y los gobernantes hacen todo lo contrario, habrá que pensar entonces si realmente esto es democracia”, concluyó.