El mal tiempo no da tregua al área de Ferrolterra. A pesar de que las borrascas Fien y Gérard hace ya días que abandonaron el conjunto de las tres comarcas, las fuertes lluvias parecen resistirse a cesar, agravando las incidencias causadas por los fenómenos meteorológicos.
Así, los servicios de emergencia de los diferentes municipios tuvieron una jornada muy atareada en la que las inundaciones adquirieron un papel especialmente relevante. En el caso de Ferrol, los profesionales del cuerpo de Bomberos tuvieron que desplazarse a muchos de los puntos más conflictivos de la ciudad naval en época de lluvias, como la conexión de As Pías con la carretera de A Trincheira, donde se había formado una enorme balsa de agua que dificultaba la circulación. Del mismo modo, los bomberos también tuvieron que intervenir en la avenida de la Paz, en el barrio de Caranza, donde también quedó inundada la parte de la carretera anexa al campo de fútbol. A pesar de los esfuerzos de los bomberos, la acumulación de agua resultó demasiado grande, lo que sumada a la incesante lluvia llevó al Concello a tomar la determinación de cortar el acceso por seguridad, lo que causó importantes retenciones de tráfico en el resto de accesos al barrio pasado el mediodía –la conexión de A Trincheira con Xuvia también se cortó al tráfico–.
Por otra parte, el municipio de Fene también se vio gravemente afectado por las constantes precipitaciones, que provocaron el desbordamiento del río Cádavo, en la zona de Perlío. Pasada la una de la tarde y ante la previsión de Meteogalicia de que la lluvia crecería en intensidad a lo largo de la tarde, voluntarios de Protección Civil colocaron en diversos puntos próximos al lecho fluvial barricadas de sacos de arena para tratar de evitar que las aguas anegasen el casco urbano. Asimismo, desde la Dirección del centro educativo Jorge Juan de Perlío se decidió suspender las tutorías y citas de la tarde por precaución.
Las inundaciones y desbordamientos se repitieron por toda la comarca –la alerta de Inungal continúa activa, subrayando la situación de los ríos Mera, en Ortigueira, y Eume Ribeira, a su paso por As Pontes y Pontedeume y Cabanas–. De esta forma, los accesos al parque nacional de As Fragas, que el pasado miércoles se estaban recuperando de las borrascas, vovieron a anegarse. Finalmente, el acceso de la AP-9 en Vilar de Colo quedó cerrado por un derrumbe.