El sector agrícola de Ferrol, Eume y Ortegal mira con preocupación al futuro ante la proliferación, cada vez más acuciante, de jabalíes en la zona. El temor a que sus cultivos se vean estropeados por la acción de estos animales es una constante entre aquellos que viven de esta actividad, pero afecta también a los residentes de la zona rural en general, que cada vez se cruzan con más frecuencia con los “porcos bravos”.
Los continuos episodios relacionados con la presencia de estos mamíferos salvajes ha llevado a la Xunta de Galicia a declarar la emergencia cinegética temporal en las tres comarcas, una medida que permanecerá en vigor hasta el próximo 25 de febrero de 2025 y que está en vigor también en otras 37 áreas de la Comunidad. En total, la medida afectará a 260 concellos, más del 83% del total.
Las voces que reclamaban actuaciones específicas para controlar la población de esta especie –como la instalación de jaulas para su captura o la permisión de su caza de manera indiscriminada– han sido escuchadas por el gobierno autonómico, que ha recurrido a este instrumento por cuarta vez, después de la declaración de emergencia en 2019, 2021 y 2023. Según los datos barajados por la Consellería de Medio Ambiente y Cambio Climático, en la temporada 2023-2024 se avistaron o capturaron cerca de 18.300 ejemplares de jabalíes en Galicia.
Así pues, con el objetivo de eliminar el riesgo y reducir el tamaño de las poblaciones, se permite abatir o capturar, sin límite de ejemplares, jabalíes de ambos sexos, prioritariamente de hembras adultas y subadultas de cualquier edad.
También se han ampliado losperiodos en los que se puede ejercer la actividad cinegética en jornadas que no estén aprobadas en el plan anual de aprovechamiento de la temporada 2023-2024 de los Tecores. Se podrán emplear, además, otro tipo de medios auxiliares como visores ópticos, detectores electrónicos de paso o presencia de animales y cebos de grano o fruta colocados en los cultivos dañados.