Los actos en conmemoración por el 132 aniversario del fallecimiento de Concepción Arenal Ponte se inauguraron ayer miércoles, paradójicamente, con un minuto de silencio por el primer asesinato machista en 2025. Esta mujer a la que mataron en Asturias, que es la 1.294 víctima de violencia de género solo desde 2003, constituye, junto al resto de la historia humana, otra razón superior para reaprender conceptos como los que abanderó de forma pionera la pensadora, penalista, periodista y activista homenajeada.
La corporación municipal organizó dos citas consecutivas para conmemorar el 4 de febrero de 1893, empezando por un acto en la Casa do Concello, protagonizado por Asunción López Arranz, doctora en Derecho, profesora de la Universidade da Coruña, investigadora e integrante de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas de Galicia –AmitGal–. A continuación, los asistentes se desplazaron hasta el número 177 de la calle Real, la casa natal de Concepción Arenal, para terminar los homenajes con una ofrenda floral.
Por los temas que vertebraron el acto, este fue presentado por Elvira Miramontes Más, concelleira de Igualdade, Muller, Familia, Infancia e Multiculturalidade. La edila introdujo algunas de las ideas principales que propiciaron “unha forte base do activismo ao xerar as sementes de cambio do pensamento”. Entre estos principios del feminismo se encuentran el cuestionamiento de las teorías históricas que continúan fundamentando el sistema patriarcal y la lucha por el libre acceso a la educación de las mujeres, un recurso que interpretó “como medio de liberdade ou emancipación”, así como el “arma máis poderosa para transformar a sociedade” indicó la concelleira.
En definitiva, tal y como recordó Elvira Miramontes, Concepción Arenal ya pensó en su época que “a igualdade era posible e necesaria para unha sociedade máis xusta, empática e equitativa”, unos valores que no solo reivindicaba para las mujeres, sino también para otros colectivos discriminados, como por ejemplo, y por su especialidad en Derecho Penal, los presos.
La concelleira fue la encargada de dar paso a Asunción López Arranz, que además del mencionado currículum, la presentó como “admiradora e orgullosa” de la figura homenajeada. Esta profesional se encargó de impartir la conferencia “Concepción Arenal Ponte: pionera del feminismo”, tras la primera actuación musical de un cuarteto de la banda municipal, que interpretó una pieza de la compositora Fanny Mendelssohn.
Clara Schumann firma la siguiente obra que sonó, poniendo “música ás palabras”, tal como expresó el alcalde, José Manuel Rey Varela, en la despedida del acto. El regidor destacó que “poder dicir que a precursora do feminismo en España naceu en Ferrol creo que é un orgullo”.
Asunción López Arranz empezó su intervención concretando, además del nombre, el subtítulo de la ponencia: “Explorando la vida y el legado de una defensora incansable de los derechos de las mujeres y de la justicia social”. Por medio de estos términos, advirtió la tediosidad de transmitir por completo ese poso que dejó Concepción Arenal Ponte, tan relevante para transformaciones posteriores y aún por venir.
“Doña Concepción era una mujer poliédrica y a cada uno los lados de ese polígono le podríamos dedicar una vida”, manifestó la profesora, que resumió algunos de los puntos fundamentales a la hora de conocer a la protagonista, que destacó como “nuestra”.Este sentimiento de pertenencia sobre la pensadora ferrolana vino a colación de la pertinencia de recuperar ese legado ideológico.
En primer lugar, “algo que la define claramente es que ella utilizaba ejemplos fáciles y argumentos sencillos” para propiciar el cambio social, de la misma manera que realiza ella en la docencia, “para enseñar, para transformar el mundo y las mentes”. A partir de este punto, el discurso fue trasladando al público a dos etapas temporales distintas: la protagonista en la actualidad y el siglo XIX, como el momento vital de “doña Concepción”, tal y como se refirió la ponente en su relato a esta figura, explicitando que prefierió sobreponer el nombre propio al apellido.
La primera retrospectiva recordó una de las principales reivindicaciones de Concepción Arenal: “cómo puede ser, se preguntaba, que las mujeres no tengan los mismos derechos según el Código Civil (no tenían ningún derecho, aclara) pero pueden tener los mismos castigos según el Código Penal”, declaró la doctora en Derecho, añadiendo que las penas no solo eran iguales sino superiores, puesto que “había delitos que eran única y exclusivamente para las mujeres”, como puede ser el adulterio.
Asimismo, dio cuenta de que “hoy también tenemos leyes que no son iguales” y, por supuesto, “sus preocupaciones siguen siendo relevantes”. Según continuó la relatora, y con lo que volvió a situar la ponencia en el siglo XXI, se trata de aspectos que invitan a reflexionar sobre el progreso logrado y los desafíos que aún continúan existiendo para las mujeres después de todo este tiempo.
En relación con esto, la conferencia continuó registrando las similitudes y diferencias que se observan entre la época actual y la de Concepción Arenal, que llegó a vivir la abolición de la Inquisición. El primer parecido que nombró Asunción López Arranz es que sigue existiendo la desigualdad de género, independientemente del nivel de desarrollo de los Estados. Así, concretó algunos ejemplos en los que se observa esta constante, como la brecha de género y las dificultades en temas de salud o empleo.
“Las mujeres todavía tienen menos acceso a la cultura”, sentenció la investigadora, que apoyó su afirmación con algún dato extraído de la Estratexia Galega de Intelixencia Artificial realizada el año pasado, a partir de la cual “nos dimos cuenta de la brecha existente entre las TICs de las mujeres y el acceso a las TICs de los hombres”. En este aspecto observó una similitud con el tiempo vivido por Concepción Arenal, aunque con adaptación a la cultura de la época.
El minuto de silencio realizado al inicio del acto obligó a obviar explicaciones acerca de la existencia de la violencia de género. Así, la conferenciante se limitó a recordar que las estadísticas de países a los que habitualmente se le atribuyen altos niveles culturales registran cifras superiores de esta lacra social. Además, otro aspecto que permanece desde el siglo XIX hasta la actualidad es el activismo y la lucha por los derechos de las mujeres, que Asunción López Arranz ejemplificó con la labor que de-sempeña AmitGal, la asociación en la que colabora.
Por otra parte, las diferencias entre ambos períodos de las que detalló la profesional son muy acentuadas en el contexto histórico y cultural de cada uno, aunque los cambios significativos fueron recientes. “La revolución empezó en 1975 porque antes teníamos que llevar a nuestro marido que nos había agredido a ponerle la denuncia”, declaró.
“Doña Concepción sigue viva”, concluyó la doctora en Derecho, puesto que, salvando las distancias, las luchas pendientes son las mismas, además de haber constituido una referencia a la que seguir sus ideales, conscientes o no de su papel individual. Aparte de su legado, la ponente apuntó algunos de los datos biográficos más relevantes en su trayectoria como los estudios que cursó en Derecho o el premio que le otorgó la Academia de las Ciencias Morales y Políticas, al que se presentó con el nombre de su hijo varón de 10 años y, tras percatarse, se le entrega a la propia autora Concepción Arenal.
La protagonista fue descrita como “prolífica y versátil”, ya que además de ensayo también escribió poesía y teatro. De la misma forma, fue una firma defensora de los derechos humanos, constatable en obras como “La voz que clama en el desierto” (1868). Otra de las principales causas en las que se involucró fue la reforma penitenciaria. Concepción Arenal no se limitó a comprobar las deficiencias que existían en las cárceles españolas, sino que también escribió sobre las mismas en busca de un cambio efectivo. En este sentido, tal como recordó Asunción López Arranz, la activista logró que existiesen las celdas individuales.