Mané expone en Artidea sus obras sobre la pasividad de los humanos ante la barbarie

La muestra que se puede ver en Ferrol está llena de símbolos, que proceden, en parte, de épocas históricas pasadas
Mané expone en Artidea sus obras sobre la pasividad de los humanos ante la barbarie
El horror vacui, que significa miedo al vacío, caracteriza la muestra | Cedida

“Paren al mundo para parar la guerra” es el nombre de la muestra que acogerá, desde este sábado y hasta el día 22, el espacio expositivo de Artidea, en la ferrolana calle del Sol. Las obras que se exhiben a partir de la inauguración, que tendrá lugar a las 20.00 horas, son dos lonas de gran formato elaboradas por el artista de origen sevillano conocido como Mané.


El proyecto se presenta como una respuesta a la existencia de los genocidios y la guerra, que continúan ocurriendo en este siglo. Juan Manuel Álvarez Romero, Mané, realiza esta propuesta con el objetivo de que el espectador reflexione sobre la dualidad humana. Según explica, existe “una parte que es constructiva, creativa y evolutiva”, mientras que otra es destructiva.


Las dos lonas de grandes dimensiones, una de más de 3 metros y otra de 4, incluyen una infinidad de símbolos y grafismos milenarios con los que el creador trata de desarrollar la historia de la humanidad, que “siempre está en continuo movimiento, trasladándose, lo que conlleva también esa agresividad de conquistar y de invadir”, manifiesta el autor.


“Ha sido un trabajo de reprimir la rabia y expresar más ese movimiento humano”, indica Mané, que se centra en el nomadismo y en el deseo de trasportar bienes como las especias o las sedas. Así pues, el artista focaliza en la belleza de una historia que está fraccionada en dos vertientes opuestas, con lo que corresponder a su objetivo de reflexión. La pregunta que propone al público a través de su obra, es cuál de las dos partes habría que fomentar y por consiguiente, de cuál huir.


Según detalla Mané, el universo de simbología con el que se va a encontrar el observador de sus obras, le transportará a otras épocas de la humanidad, ya que son elementos “que todo el mundo puede reconocer”, ya sea por instinto, genética o recuerdo.


“Son símbolos que creo que llevamos dentro a través de los milenios, que se van acumulando en nuestros genes”, explica el artista. Gran parte de los diseños proceden de cerámicas antiguas como la fenicia o la tartésica, así como se pueden indentificar influencias aztecas. Aún así, el trazo está extraído de la pincelada oriental y realizado con tintas. 

Mané expone en Artidea sus obras sobre la pasividad de los humanos ante la barbarie

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