La Agrupación de la Zona Rural de Ferrol, que abarca la mayoría de entidades vecinales de las parroquias, presidida por Manuel Sendón, mantuvo ayer un encuentro con el alcalde, José Manuel Rey, en el que puso sobre la mesa las muchas necesidades del rural ferrolano y los compromisos que el PP asumió en campaña y en mociones que fueron aprobadas en plenos del anterior mandato.
El dirigente vecinal espera “compromisos fuertes” para las inversiones que se plasmen en los presupuestos de 2024 y se muestra poco convencido de que las partidas que ya figuran en las cuentas de 2023 puedan ejecutarse –salvo el ascensor de la AVV de Mandiá, en proceso de licitación–. Muestra además su “fe y esperanza” en que los acuerdos inversiones millonarios anunciados por el presidente de la Xunta y cofinanciados por el Concello (entre ellos se encuentra el saneamiento de la zona rural que ya no comenzará este año, pese a figurar en los presupuestos) “no penalice las cuentas para el rural y haya suficientes fondos para abordar inversiones no solo en la zona urbana”.
Tenían que estar en marcha los de otoño, apunta Manuel Sendón, y hubo que hacer los que serían de verano de emergencia. Por eso, teniendo en cuenta que el Concello les indicó que el contrato aun no estará hasta el mes que vienen y hay que licitarlo, “el otoño llegará para enero o febrero”.Siguen insistiendo desde la Agrupación en la necesidad de “cuadrillas permanentes” y un plan urgente de cunetas y tajeas para evitar inundaciones en viviendas y vías públicas.
Como una de las demandas “muy urgentes”, los vecinos de la zona rural consideran las inversiones en pistas y caminos y llevar a cabo las actuaciones comprometidas en los POS. Llamaron la atención, además, sobre los 1,5 millones de euros que reclamaba el PP en la oposición y cuya inversión incluso fue aprobada en pleno a través de una moción.
La atención en el Concello es deficitaria y habitualmente hay que desplazarse a A Coruña, por eso, desde las AAVV de la Zona Rural reclaman la apertura de una oficina del catastro, tras el cierre de la anterior situada en la calle Rubalcava.
La falta de mantenimiento, la acumulación de hojarasca y ramas en las calzadas supone peligrosidad en la circulación en la zona rural. Por eso, desde la Agrupación se reclama el cumplimiento de las ordenanzas en lo relativo a limpieza de montes, distancias de las arboledas a las pistas o la colocación de pastores.
La presencia de vertederos incontrolados pero también el abandono de mobiliario o material de construcción a los pies de los contenedores de recogida de residuos sólidos urbanos es un mal de la zona rural. Aunque las AAVV ven en la colocación de cámaras de control la única solución para evitar este incivismo, plantea también una experiencia piloto de seis meses en algunas parroquias, con la que se coloque contenedores para escombro de obra, residuos de arboleda y campo o muebles o colchones, etc. con el fin de concienciar a la ciudadanía de cuidar el medio natural.
El acceso a internet y a la fibra óptica es una reclamación del rural para poder adaptarse a los tiempos que corren. Existen graves deficiencias de conexión y requieren la instalación del cableado de fibra óptica que no sean “parches” en algunas parroquias.
Pendientes de una reunión que mantendrán con el área de Seguridad y efectivos policiales, la Agrupación de la Zona Rural llama la atención sobre los tres o cuatro allanamientos que se han producido en los últimos tiempos en viviendas de las parroquias, así como las velocidades que se producen en zonas de tráfico.
Reclaman intervenciones en instalaciones como las baterías de Prior y antiguo campamento militar. Piden proyectos al Concello, con el fin de que posteriormente puedan acceder a ayudas de fondos de otras administraciones para afrontarlos.
Actividades infantiles en periodos como Carnaval, Navidad, Samaín, etc. es una constante reclamación de la zona rural, que quiere una diversificación de las fiestas. Asimismo, en materia social, apuestan por la posibilidad de abrir un comedor social o un centro de día en la zona.