La Consellería do Mar ha elegido a la Cofradía de Pescadores Santiago Apóstol de Barallobre para participar en un proyecto piloto que busca soluciones a la caída de la producción de berberecho y almeja japónica en las rías gallegas.
En las provincias del norte, el departamento de asuntos pesqueros solo ha seleccionado un pósito –el otro es de Pontevedra– con el que se colaborará en esta iniciativa que empleará probióticos naturales para analizar si de esa manera se puede reducir la mortalidad.
El proyecto, denominado Biorem, es el fruto de un convenio entre Mar y el Centro Tecnolóxico do Clúster da Acuicultura –Cetga– que está dotado con 700.000 euros y que estudiará la supervivencia de ambas especies de bivalvos mediante “estratexias que illen e seleccionen cepas bacterianas con características probióticas asociadas ao seu cultivo” y que, de ese modo, “poidan ser empregadas para desenvolver unha estratexia de biorremediación ambiental que incremente a súa resistencia ante episodios de baixa salinidade”, explican fuentes de la Consellería do Mar.
Analizará las cepas bacterianas beneficiosas para poder aplicarlas
El pósito de Barallobre se embarca en este programa gracias, subraya su patrón mayor, Jorge López, a Antonio Basanta, exdirector xeral de Pesca que acaba de ser fichado como asesor por la Comisión Europa. “Témosllo que agradecer a el por ser sensible ás nosas demandas”, comenta López, que apunta que el estudio no solo “analizará as especies, ás que se lle aplicarán uns probióticos naturais para ver como responden”, sino también qué tipo de problemas reales –sustrato, falta de oxígeno, etc, enumera– pueden estar detrás de la crisis productiva de la ría de Ferrol.
“O ideal sería que ese abono funcionase para fabricalo e poder botalo nas praias. Pero para iso hai que ver primeiro se os produtos da nosa ría con probióticos naturais teñen a capacidade de sobrevivir, pois temos constatado que cando chega a 25 ou 33 milímetros nos morre todo”, señala López.
El conocimiento que genere este proyecto, añade Mar, permitiría “mellorar o estado do substrato no que se desenvolven” esas estrategias de biorremediación. Para ello se determinará el microbioma asociado al cultivo del berberecho y la japónica, “diferenciando as cepas bacterianas que son beneficiosas das que non o son”. Además, se analizará el efecto de la salinidad sobre la abundancia de esas cepas en el microbioma y se desarrollará un cóctel bacteriano probiótico para añadir al sustrato o al agua del cultivo de la cría de almeja y ver si realmente es eficaz “baixo condicións de cultivo”.
Para ejecutar este convenio, el Cetga contará con dos grupos de investigación de la Universidade da Coruña: el GIBE, de biología evolutiva, integrado en el Centro de Investigación Científica Avanzada; y el Microalgae del departamento de Microbioloxía de la Facultade de Ciencias. El Cetga tiene como misión, resalta la Consellería do Mar, ofrecer “solucións innovadoras para a mellora de produtos, procesos e sistemas”, incidiendo así en la competitividad de las empresas acuícolas a través de la I+D.
La Consellería do Mar se basa en los datos de los últimos años para justificar la necesidad de investigar las causas y de recurrir a soluciones más precisas para intentar ponerle coto a la caída de la producción. Así, explica que la japónica es la especie de almeja que más se extrae –por encima de las 2.000 toneladas–, mientras que el berberecho ha sufrido una importante disminución en los últimos tiempos: en 2023, la quinta parte de 2022. 4
“Esta situación”, afirma Mar, “evidencia a necesidade de investigar e implantar estratexias de cultivo que aumenten a súa supervivencia”, subraya la Consellería.