A siete días del Domingo de Ramos, la pregonera de la Semana Santa, la periodista de Diario de Ferrol Marta Corral, hizo sentir ya al público asistente al acto celebrado esta tarde en el Jofre la emoción de cada procesión, cada cofradía o cada rutina diaria que se vivirá en la ciudad a partir de los primeros actos y hasta el Lunes de Chamorro, en el que Ferrol cambia pasión por peregrinaje.
En un recorrido por cada jornada y por cada trayecto que los cofrades realizan, Marta Corral revivió no solo la Semana Santa ferrolana sino su propia Semana Santa, a la que ha estado y está vinculada desde niña.
Tuvo palabras para todas esas personas, especialmente mujeres, que se afanan durante horas, días y semanas para que todo esté a punto, desde los hábitos y los capuces hasta los floreados tronos. Esas “manos invisibles: las de las madres, las tías, las abuelas, las muchachas”, que la pregonera nombró en su emotivo discurso.
Emotivo no solo por lo que supone para los ferrolanos amantes de esta tradición, de la religiosidad y de la Semana Santa, sino porque por el recorrido del pregón pasaron la madre, el padre, la tía, el abuelo y muchos familiares y personas queridas de la pregonera, ausentes y presentes, y que sirven para ejemplificar el arraigo de Marta Corral con esta tradición de su querido Ferrol.
Pero Marta es periodista y, ante todo, persona con sensibilidad, y no podía dejar de recordar en su discurso que “a menos de 90 kilómetros del lugar al que llegó Jesús en la borrica, 2000 años después de aquello, los niños están muriéndose de hambre y por bombas”.
Y la pregonera es también ferrolana por los cuatro costados, y las grúas que la acompañan a diario fueron también en el pregón “cigüeñas que hacen la genuflexión”, igual que los establecimientos de hostelería y los comercios por los que procesionan, de igual modo, durante esa semana, los jóvenes que participan en los actos.
Un pregón emotivo, íntimo y a la vez de todos, porque es fácil no reconocer o reconocerse en esos “clac, clac, clac...” de los varales, en esas niñas con trenzas “con los pies helados”, en esos móviles con “stories” de Semana Santa, en esos “tacos de estampitas”, en esos “opas”, en ese ver las procesiones “por los dos lados” o en ese “olor a cera quemada” que revivieron en los fragmentos de cada uno de los días de la Semana Santa ferrolana, que tan bien conoce y sabe transmitir Marta Corral.
Un pregón que a partir de la próxima semana muchos querrían tener en sus manos para no perderse detalle de la semana de Pasión, desde una perspectiva más allá de la religiosa, desde la que también se puede vivir y amar esta Semana Santa ferrolana.
La lectura del pregón tuvo lugar en el teatro Jofre, ante la presencia de autoridades y representantes del Concello, la Xunta, la Armada, la Diócesis y la Junta de Cofradías.
En el acto tomaron la palabra el presidente de la Junta de Cofradías, César Carreño, y el secretario, Fernando Iguacel, que dio lectura al nombramiento del vicealmirante Ignacio Frutos Ruiz, como Medalla de Oro de la Junta de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa.
Carreño recordó la vinculación de Ferrol con la Armada y valoró la recuperación de la procesión de la Virgen del Carmen, con el homenajeado como artífice.
Tanto el presidente de la Junta como la vicepresidenta segunda de la Xunta, Ángeles Vázquez, felicitaron expresamente a la pregonera por ese minucioso recorrido por las procesiones.
No pudo faltar en las intervenciones la alusión a la polémica suscitada con la publicación en la que se situaba la Semana Santa ferrolana por encima (al menos en el listado) de la de Sevilla.
El propio Carreño, que intervino en el programa de Risto Mejide al respecto de este tema, habló ayer en el Jofre con acento “gallego, pero del bueno” y ni el obispo evitó el mediático ránking, aludiendo a que “sin entrar en polémica, en estos días la Semana Santa de Ferrol tiene un color especial”.
El alcalde, José Manuel Rey, se refirió al propio presentador de “Todo es mentira” indicando que “ya sabe Risto lo que pasa cuando se meten con Ferrol”.
Entre risas y emociones, la Semana Santa echa andar y, solo queda desear, como dijo la pregonera “que no llueva”.