La asistencia al servicio de comidas y de cenas en la Cocina Económica de Ferrol siguió una línea ascendente durante 2022, llegando casi a duplicarse, a finales de año, los números que se daban en los primeros meses. La entidad ha hecho pública la ocupación media en cada uno de los meses, que muestra datos que, sin ser halagüeños, están en la línea de años previos a la pandemia, como 2018 o 2019.
 

El año pasado, el mes con menos usuarios en las comidas fue enero (61,80), mientras que el pasado diciembre se registraron 119,45, casi el doble. A lo largo de las semanas se fueron incrementando los usuarios y así, por ejemplo, en mayo eran 64,58 diarios y en agosto, 86,09. Se completó octubre con una media de 97 y en noviembre hubo 111, 03.
 

Las cenas suelen estar menos concurridas pero también se detectó un incremento. A principios de año había en torno a 25 o 26 personas (el mes con menos comensales fue febrero, con 23,87 de media), en julio se superaron las 50 y en noviembre (el mes con mayor demanda a esa hora) se llegó a 66,08.
 

La situación es comparable, al menos numéricamente, a la que había antes de la pandemia. En 2019 los datos de comidas estuvieron los doce meses por encima del centenar de usuarios diarios, marcando un mínimo en febrero (105,75) y el máximo en octubre (124,96). Las cenas se mantuvieron entonces entre los 50 y los 70 comensales, según el mes (51 en febrero y 70,48 en octubre). 
 

El 2020, con la pandemia y lo que implicó (el comedor cerró pero se siguió repartiendo comida a domicilio, alcanzándose las 218 comidas diarias en abril) no resiste la comparación y tampoco lo hace 2021, cuando se mantuvieron restricciones de aforo y además hubo obras, lo que no permitió que se usasen las instalaciones a pleno rendimiento.