Nadie sabe qué pensaría el que fue “pintor de pintores” –según las cartas del también artista Édouard Manet– de esta iniciativa, pero la capacidad de los artistas que han desfilado este fin de semana por el barrio de Canido deja claro que el arte, sea del tipo que sea, tiene un espacio propio reservado en la ciudad naval.
Después de que cientos de latas de pintura pasaran por las manos de los invitados de Las Meninas, se pueden disfrutar de las obras que, como cada año, hacen de las calles de Ferrol una pinacoteca única, entregada al arte urbano.
Tanto la pintura como la escultura tienen cabida en Canido y, en ciertas ocasiones, toca llevar a cabo pequeñas intervenciones para que el barrio se mantenga. La obra que Toni Hermida llevó a cabo en la calle Pérez Parallé tuvo que ser atendida de urgencia por el autor, aunque todo quedó en un susto puesto que el escultor subsanó el daño que Velázquez había sufrido en uno de sus brazos.
Si de gustos se habla, en estas obras todo es posible. Cosa que, por ejemplo, demostró Belin con una obra que se engloba dentro de un movimiento artístico que él mismo ha creado. El Postneocubismo es, a día de hoy, internacional, ya que sus obras tienen presencia en Dakar, Estados Unidos, Italia o Francia.
Siguiendo con esta internacionalidad, Diego As trajo consigo el realismo. El lucense que hizo la campaña de “La Casa de Papel” para Estrella Galicia, creó un retrato de Velázquez, al que en último momento se sumó Suso 33.
Y es que la colaboración de los artistas fue continua durante todo el festival. El apoyo que los muralistas se dedicaron a través de las redes sociales quedó en un segundo plano cuando uno subía a Canido y veía como colaboraron entre ellos y, así, fusionaron estilos, poniendo el arte urbano en el lugar que le corresponde.
De esta manera, no es de extrañar que Suso 33 –cuya obra propia está repartida a lo largo del barrio– también estuviera presente en las pinturas de Mayl Shambala o Los Hermonos.
“Tocando Meninas” llegó a la ciudad de la mano de 11 alumnos –entre los 11 y los 16 años– del IES Fene para romper barreras. Instruidos por cinco docentes, y con apoyo de la ONCE, estos jóvenes han llegado a ser los más laureados del National Innovation Award en su fase final, así como el premio de innovación en la fase gallega de la First Lego League.
Ellos adaptaron el arte urbano en busca de que las personas con una discapacidad visual pudieran disfrutarlo. Hicieron, así, un taller que tuvo lugar en el estudio de Eduardo Hermida, que demostró la gran acogida de esta inciativa que, además, cuenta con un espacio propio dentro de los muros de la urbe.
Entre los talleres, el más concurrido fue el de Bico de Xeado, dedicado a los más pequeños. Aunque los más mayores también tuvieron opciones, como la propuesta de yoga que se celebró ayer por la mañana de la mano de Ashraf Ali, que contó con una decena de participantes. El público fue creciendo, y con la actuación de Airiños de Fene hubo quien se animó a hacer de Canido una pista de baile que se mantuvo hasta el último concierto de esta edición, el de Adóbriga.
Los artistas dicen adiós, igual que la festividad, pero la oda a Velázquez –que ya es una carta de presentación– queda a la espera del próximo septiembre