La parte sur de la ría de Ferrol albergó en los últimos días –el martes 6 y el miércoles 7 de diciembre– una intervención arqueológica subacuática en la zona de la Punta do Segaño, a la altura del término municipal aresano. El objetivo de esta actuación, impulsada por la Sociedad Nacional de Arqueología Subacuática (Sonars) en colaboración con la Unidad de Buceo de Ferrol (Ubufer) de la Armada, es estudiar el origen de unos cañones hundidos que encontró el submarinista ferrolano Marcos Antonio García Teijido en 2015.
“Hay cinco cañones de hierro y las primeras impresiones apuntan a que su origen podría ser español, aunque debemos confirmarlo”, explicaba el promotor del “Proyecto Segaño”, Yago Abilleira Crespo, el primer día de la intervención. En este trabajo de investigación participan tres historiadores –Alejandro Anca Lamillo, Enrique García Torralba y Santiago Gómez–, tres arqueólogos submarinos, una restauradora-conservadora y el propio Abilleira, como buceador de apoyo. “Hemos hecho un estudio histórico en profundidad, en el que ha participado mucha gente. No tenemos ninguna constancia de que en esa zona haya ocurrido algún accidente marítimo. No hay datos ni documentación al respecto”, afirma el investigador naval.
En las inmersiones realizadas la pasada semana se han tomado múltiples fotografías para poder reconstruir los cañones y el material encontrado con tecnología 3D. “Si nos quedan dudas o queremos profundizar en algo, posteriormente en el ordenador podremos observarlo con todo detalle”, explica Abilleira.
La intención de Sonars era realizar las inmersiones que se llevaron a cabo en las últimas jornadas en la pasada Semana Santa, pero las condiciones que presentaba la mar se lo impidieron. “Luego comenzaron a crecer algas y nos resultaba muy complicado trabajar ahí. Hemos esperado a que el temporal se las llevara y, en estos días festivos y con buena mar, hemos aprovechado”.
Aunque todavía es pronto para sacar conclusiones, los primeros indicios apuntan a que se trata de cañones de uso militar. En diez días la entidad elaborará un informe previo y la memoria acerca de la intervención llegará en seis meses. “Parecen cañones de uso no civil. Los de un mercante son más pequeños y estos miden más de dos metros”, indica el promotor, que apunta a que se encuentran sumergidos a una profundidad de entre cinco y nueve metros.
Sonars es una entidad sin ánimo de lucro especializada en la arqueología subacuática, formada por especialistas de toda España. “No recibimos ningún tipo de subvención. Costeamos nosotros todo porque nos gusta lo que hacemos y nos apasiona”.