De compras, a tomar algo, a disfrutar del Entierro de la Sardina u otras iniciativas... ¿quién no ha ido alguna vez al barrio ferrolano de Ultramar aunque no resida en él?.
Y es que Ultramar –EnsancheB–, como señala la presidenta de la Asociación de Vecinos Natalia Ares, “lo tiene todo, es un barrio muy pequeño en extensión pero en el que hay todos los servicios, desde bares a comercios, supermercados, colegios, bancos... es como una familia grande, una zona con mucha actividad y muy segura, en la que intentamos hacer cosas pero, en muchas ocasiones, por limitación de espacio de la entidad no podemos hacer más”. Afortunadamente, para paliar carencias está también el comercio y hostelería de la zona, con muchas campañas que crean un “muy buen ambiente”, indica Ares.
La situación para el barrio no es, sin embargo, la mejor, al menos en lo que se refiere a urbanismo y servicios, por la afectación que padecen con la actuación de As Pías, que implica a Ultramar y que hace que en los últimos años sufran molestias no solo por el continuo tránsito de camiones o movimientos de tierra sino porque ha afectado a otros servicios como la iluminación o el estado en el que están las zonas verdes. De todos modos, desde la entidad vecinal se muestran comprensivos con que es una etapa y que se verán ampliamente beneficiados cuando las obras concluyan.
“Nos quitan aquella montaña, que era como el muro de Berlín y la imagen va a ser totalmente diferente y mucho mejor”. Así, la desaparición del túnel también mejora la imagen y seguridad del barrio, que se integra más en todo el entramado urbano de Ferrol.
Sin embargo, eso no quita que todo proceso de transformación implique problemas. “Llevamos dos años y pico con esto y ahora hasta marzo... además, al tener las obras tan pegadas, se está destrozando todo alrededor. Las calles próximas a la obra están fatal, la limpieza, el polvo y aceras y calles destrozadas. Entendemos que ahora no tiene sentido arreglarlo, mientras no acabe la obra pero hicimos hincapié en un par de zonas que nos preocupan más y esperemos que después se hagan cargo de arreglarlas”, explica la representante vecinal.
Más allá de lo que ha supuesto el desarrollo de la obra de As Pías, la AVV de Ultramar reivindica otras actuaciones básicas, de mantenimiento, como la poda de árboles “algunas zonas parecen la selva. Han crecido muchísimo, no se ha podado y algunos tocan las viviendas”, incide Ares, además, “la limpieza, contenedores estropeados, la iluminación baja, etc” empeoran la situación.
También hay problemas o necesidades específicas como en las calle Brasil, México, Bolivia o Bertón, donde, a petición de los vecinos, se solicitó zona verde, que puede acompañarse de un parque biosaludable. Para calle Brasil se reclama que se finalice y se abra.
Además, una demanda histórica es la de que Ultramar pueda contar , de una vez por todas, con un centro social para el barrio.
La entidad vecinal depende de cesiones puntuales, como la de la parroquia de Santo Domingo, para llevar a cabo actividades culturales, y el espacio de reunión es un local alquilado. Los compromisos en este sentido han sido muchos a lo largo de los años pero ninguno ha llegado a plasmarse.
La representante vecinal Natalia Ares confía en que esta vez sea la definitiva y los nuevos presupuestos de 2025 así lo confirmarían. “Tenemos el Ok verbal y el alcalde nos dice que sí y esperemos que se cumpla”, comenta la presidenta de la Asociación de Vecinos con el fin de que puedan dejar de pagar el alquiler por el local actual.
El barrio de Ultramar es una zona de poca extensión y mucha población, además de, también, mucha actividad comercial, hostelera y de ocio, por lo que la escasez de aparcamiento es uno de los problemas que se encuentran las vecinos. La obra de As Pías parece que ampliará algunas plazas pero desde la entidad vecinal plantean también que se pueda acondicionar una zona muy degradada del barrio, que se encunetra en la cale Venezuela y Perú, entre edificios. Es un espacio que tiene parte pública y parte privada, pero desde la AVV reclaman al Concello que se intervenga en ese espacio, que definen como “foco de insalubridad”. También en la calle Brasil se pide algún espacio de aparcamiento.