La segunda fragata de la serie F-110, la “Roger de Lauria” (F-112), comenzará a fabricarse este mismo año. Así lo anunció este mediodía el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, durante el acto de puesta de quilla del primer buque de la serie, la “Bonifaz” (F-111), detallando que el gran avance de los trabajos ha logrado adelantar en tres meses este hito, lo que afectará de forma positiva al desarrollo del segundo navío.
El evento en sí, pese a su gran importancia, fue más reducido de lo habitual, casi privado y reservado para algunas autoridades civiles y militares, entre las que se encontraban la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas; el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Piñeiro; y el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey; además del propio Domínguez y el director del astillero, Eduardo Dobarro. El mismo consistió en la colocación del bloque 311 de la fragata en la grada 2 del astillero de Ferrol, estableciendo así el que será el eje central sobre el que se construirá el resto del navío.
Durante su intervención, el presidente del grupo naval, Ricardo Domínguez, señaló que este hito iba más allá de definir un nuevo avance en el proyecto, sino que también tenía cierto carácter “simbólico”, al marcar “el momento en el que la construcción del buque pasa del taller a la grada”. “Esta fragata, llamada a ser la punta de lanza de la fuerza naval española, se acerca hoy un poquito más a la mar”, sentenció. De igual modo, el máximo responsable de Navantia rememoró el inicio del contrato, incidiendo en el comienzo del corte de chapa, hace 16 meses, de los que serían los primeros bloques piloto; una decisión que finalmente se tradujo en un mayor dinamismo y eficiencia en los trabajos definitivos.
A este respecto, Ricardo Domínguez precisó que, a día de hoy, están en producción 18 de los 33 bloques que compondrán la “Bonifaz” y que la ingeniería de detalle “ha alcanzado un grado de madurez del 80%”, además de haberse adquirido ya sobre el 99% de los equipos de plataforma para las cinco fragatas de la futura serie F-110.
Por su parte, el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Piñeiro, incidió en la gran importancia de este hito para esta rama castrense, subrayando la necesidad de renovar la veterana serie F-80. “Este programa, para las necesidades de la Armada, va con retraso, aunque el adelanto que se dio desde que se inició la construcción nos satisface bastante”, espetó. Asimismo, Piñeiro también alabó el salto tecnológico que supondrán estos nuevos navíos y su gran impacto en las capacidades operativas del Ejército Español “en las próximas décadas”.
De igual modo, el Ajema puso en valor el hecho de que estos nuevos navíos sean de diseño y fabricación plenamente nacional, en oposición a la serie F-80 “Santa María” a la que sustituirán en un futuro –que fueron desarrolladas en la década de los 80 utilizando como base la clase “Oliver Hazard Perry” estadounidense–. “Este camino que hemos recorrido en estos 40 años, desde la “Santa María” hasta la “Bonifaz”, ponen de relieve que esto ha sido posible gracias a la simbiosis que tenemos la Armada con Navantia”, aseveró Antonio Piñeiro; una relación, insistió, que ha permitido a España contar “con los mejores barcos”.
Tras el evento, que no estuvo exento de protestas, con la presencia de representantes de la CGT y de la firma Mainfer, tanto la subdelegada del Gobierno como el alcalde de Ferrol quisieron, por medio de sus respectivas notas de prensa, ofrecer una valoración del mismo. Así, María Rivas calificó de “histórico” este nuevo hito constructivo, asegurando que suponía “unha nova mostra de como o Goberno de Pedro Sánchez cumple con Ferrol”. En este sentido, la subdelegada afirmó que la ciudad naval “é unha peza clave e fundamental nos programas do Ministerio de Defensa”, tanto a medio como a largo plazo.
Por otro lado, el regidor ferrolano, José Manuel Rey, puso en valor “a capacidade e o compromiso” de la plantilla de los astilleros locales con este importante proyecto. De igual modo, el alcalde aprovechó la ocasión para volver a reclamar el demandado dique cubierto y la construcción del taller de subbloques.