Las turbulencias no amainan en el seno del comité de empresa de Navantia, con una división que se hizo muy patente con las posiciones divergentes en relación con el rumbo que ha de tomar la negociación del convenio colectivo tras el rechazo mayoritario de la plantilla del grupo naval –no de los astilleros de la ría, que votaron a favor– en el referéndum del pasado 17 de diciembre.
Aunque las discrepancias comenzaron mucho antes, las diferentes opiniones sobre el futuro –MAS y CIG defienden un convenio de centro– han ahondado en ese alejamiento.
En las últimas horas se ha vivido un nuevo episodio a cuenta de una breve reunión –de apenas diez minutos– entre el máximo responsable de Navantia, Ricardo Domínguez, y el presidente y secretario del comité de Ferrol, Carlos Díaz y Marcelo Amado, durante la visita de Felipe VI al astillero. CCOO los acusó de “ocultismo” al no informar al resto del comité, una crítica que la mayoría sindical considera propia de “comportamentos erráticos e infantís”.
En un comunicado publicado antes de la celebración, ayer, de una permanente en la que pudieron verse las caras, MAS y CIG aseguran no entender “a indignación por que se asuma a responsabilidade dos postos que cada un ocupa”. Así, explicaron que fue el presidente de Navantia el que, a través de Recursos Humanos, pidió verse “a modo protocolario e sen orde do día”.
Por ello, critica que CCOO no diese tiempo “nin a informar”, algo de lo que era consciente porque “ás 11.00 horas tiñan que estar no xulgado convocados como testemuñas por algúns compañeiros xubilados. De feito, cando estaban a protestar contra o presidente e o secretario do comité xa estaban cos avogados esperando o xuízo”.