La antesala del Entroido ferrolano tuvo como protagonistas a los más pequeños de la ciudad naval. Tal y como había anunciado tiempo atrás el gobierno local, las festividades en Ferrol comenzaron ayer con una fiesta vespertina para niñas y niños de todas las edades; una propuesta por todo lo alto en la que divertirse con múltiples actividades mientras se presume de disfraz.

Así, si bien la jornada fue especialmente fría, la tregua que dio la lluvia animó a los vecinos a acudir con sus pequeños a la plaza de Armas, epicentro de la fiesta, hasta el punto de superar todas las expectativas del gobierno local. Y es que, aunque el inicio fue pausado –arrancó a las cinco de la tarde–, en cuestión de minutos el corazón del casco urbano ferrolano alcanzó un flujo de participantes no visto desde los festejos de San Ramón.

Por un lado, el escenario acogió un espectáculo de música y baile de temática circense en el que no faltaron los temas más marchosos de las últimas décadas. Por otro, los menores menos interesados en moverse al ritmo de la animada banda sonora tuvieron otras muchas opciones de ocio, como talleres de maquillaje y preparación de galletas, juegos populares, un “photocall” para lucir disfraces, camas elásticas e incluso una máquina tradicional de palomitas de maíz.