La entrega de los premios a los ilustrados del año, una forma de valorar a entidades que han desempeñado un papel importante a lo largo de este período por su actividad en la ciudad, fue el plato fuerte del Festival Ilustrado, que ayer vivió su última jornada, tras tres días de actividad y de regreso al Siglo de las Luces.
La zona portuaria, la plaza de Amboage y el Parador y su entorno fueron los espacios por los que ayer se pudieron ver por última vez hasta el próximo año a ciudadanos ataviados con la vestimenta propia de la época de la Ilustración, un período al que Ferrol debe gran parte de su esplendor, con la creación del barrio de A Magdalena o los Arsenales.
El tiempo desapacible hizo que la plaza de Amboage, donde se desarrollaron la mayor parte de los eventos –bailes, photocall, juegos de época o maquillaje “ilustrado”– fuese sustituido por el Parador, donde se entregaron los ya consolidados premios a los ilustrados del año.
En esta ocasión, los galardones, que fueron entregados por la concejala de Turismo, Maica García, recayeron en la Armada española, la delegación ferrolana de la Asociación Española contra el Cáncer –sus representantes también se vistieron con ropas dieciochescas para la ocasión– y la Asociación Nuestra Señora de Chamorro.
El sábado por la noche tuvo lugar en la Sala de Armas del Arsenal la tradicional cena ilustrada, solo para personas inscritas y con vestimentas propias de la época, uno de los momentos más esperados por quienes cada año apuntan ya en el calendario este festival de recreación.