Las obras para habilitar más de un centenar de plazas de aparcamiento en la carretera Baja del puerto, una actuación enmarcada en el convenio de colaboración con la Axencia Galega de Infraestruturas de la Xunta, completarán a finales de este mes de abril la primera fase, que permitirá la creación de 63 nuevos estacionamientos. El grueso de los trabajos, que está ejecutando la empresa Prace Servicios y Obras –adjudicataria de un contrato de 277.000 euros–, están ya muy avanzados.
La idea de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao es ejecutar inmediatamente después de concluida esta primera actuación una segunda fase en la que se habilitarán las 38 plazas restantes que se anunciaron en su momento. Para ello es necesario derribar la nave que se encuentra justo al lado de la explanada que se está rematando –la antigua Botamán– y cuya concesión caducó el pasado mes de diciembre. Por lo tanto, ya se está en condiciones de poder derribarla para acometer la segunda intervención. A falta de definir los detalles, lo más probable es que las primeras 63 plazas de aparcamiento no se abran hasta que concluya la segunda fase, es decir, en verano.
La de los aparcamientos es solo una parte de una actuación más amplia con la que la fachada marítima cambiará sustancialmente. En febrero comenzaron los trabajos de la cuarta fase de las obras incluidas en el convenio entre el organismo que preside Francisco Barea y la Xunta. Prosema Noroeste es la encargada de ejecutar, por cerca de un millón de euros, el acondicionamiento de la zona pública en la dársena de Curuxeiras, donde se está sustituyendo el pavimento, y la prolongación del carril-bici de la carretera Baja hasta la residencia militar de La Cortina.
El plazo de ejecución es de ocho meses, aunque la previsión es que la parte que afecta a la zona de uso público del puerto, la peatonal, esté lista en verano. El objetivo con esta actuación es dar continuidad a las que se están realizando en la carretera Baja para movilidad peatonal y cicloturista. En ese sentido, el carril-bici discurrirá en plataforma independiente y se complementará con zonas de conexión con el frente portuario y aparcabicicletas.
La obra de la carretera baja también avanza según lo previsto. La más próxima a la ciudad –la de la senda peatonal– es la que se encuentra en un desarrollo mayor y en la otra, la que está más pegada al puerto, se está colocando el nuevo cerramiento para poder acometer por lo tanto la construcción del carril-bici, una de las infraestructuras más demandadas. El objetivo de la Autoridad Portuaria es que esta intervención esté concluida a comienzos de verano.
Estos trabajos los acomete Civis Global, que resultó la adjudicataria del contrato, de 1,6 millones y un plazo de ejecución de ocho meses también. Gracias a esta obra se completará la senda peatonal, ahora inconexa en sus tramos de A Malata y el centro urbano. Son 750 metros que permitirán ganar 1.800 metros cuadrados para peatones y ciclistas y 3.900 de zonas ajardinadas.
La actuación en la carretera baja del puerto que se aprecia con más intensidad desde hace unas semanas en la zona abierta de la dársena de Curuxeiras ha obligado a vallar la zona de estacionamiento en batería del lado del paseo, donde se está levantando el adoquín y el pavimento y, también, el entorno de la vieja vía férrea, en desuso, que todavía puede apreciarse en algún punto de la ciudad y, especialmente, en el entorno del puerto hasta su entrada en el Arsenal a través de La Cortina.
Según informa el Puerto, toda esta reforma que de la fachada marítima que se está acometiendo no va a suponer el “enterramiento” de las vías, sino todo lo contrario y, de hecho, se integrarán en la nueva senda que se está construyendo.
Con toda la cuarta fase de las obras de la fachada marítima en marcha, solo falta en estos momentos por comenzar la construcción del aparcamiento central. La actuación está ya adjudicada a Prace Servicios y Obras por un importe de 904.000 euros. Actualmente se está realizando la planificación para del desalojo y demolición de las seis naves que ocupan la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao –que tendrá una nueva en la zona en la que antiguamente estaba instalada la empresa de cemento Tudela Veguín–, como la Pérez Torres, que ya dispone de la concesión de una nave que va a rehabilitar.
La actuación supondrá la creación de más de 160 plazas de aparcamiento nuevas, aunque una parte de ellas ya existían para el personal que trabaja en el interior del recinto, pero serán reordenadas. Toda la actuación de la cuarta fase supone una inversión de 4,6 millones, de los que 3,8 los aporta la Xunta.