La íntima relación de la cultura tradicional de Galicia con la muerte se visibiliza especialmente en estas fechas y uno de los lugares ferrolanos donde más se acentúa es el barrio que alberga el cementerio municipal. Esta situación fue aprovechada por el asociacionismo de la zona para celebrar el Samaín, por primera vez hace catorce años, bajo un lema que recuerda al dicho popular sobre San Andrés de Teixido, “Vén de vivo a Catabois que de morto xa che traerán”.
Precisamente es la distancia de alrededor de un km la que separa el camposanto de la fiesta, lo que dio lugar al llamado “O quilómetro do terror”, que este jueves vivió su jornada final, la más multitudinaria. “En Ferrol no se hacía nada de este tipo”, indicó el secretario y tesorero de la asociación de empresarios, comerciantes y hosteleros –ECHO– de Catabois, José Antonio Dalama, que organiza este encuentro en colaboración con el Concello y Viacatabois, sobre una celebración que recuperaron como parte del patrimonio inmaterial.
“Creo que es el primer Samaín que tenemos este tiempo”, continuó el responsable, en referencia a la agradable temperatura y la ausencia de precipitaciones que caracterizaron la jornada grande del evento. Así, recordó los problemas habituales acarreados por esta causa, como por ejemplo cuando “incluso un año que lloviera tanto que los músicos tuvieron que retirarse porque se mojaban los instrumentos”. Entre estas condiciones favorables y la popularización de la cita, el balance de participación continúa en ascenso.
El desfile “Volta das Ánimas” es uno de los puntos fuertes que sigue siendo protagonista después de catorce años de trayectoria. “Los niños están encantados porque les echan caramelos, se disfrazan ellos también y andan por la carretera”, detalló Dalama. Esta ruta, que animó con música e interpretación, salió de los alrededores de la rotonda del Marcide, provocando un retraso en el horario previsto para la entrega de premios, que se realizaría a su término.
Desde la primera edición, otro atractivo del programa también son los pinchos “terroríficos” que ofrecen los hosteleros socios de ECHO. Por ejemplo, O Escondite propuso un “bocado infernal”, Flashback “vómito de zombi” y Daikevel “Delicias ensanguentadas”, entre los catorce locales participantes.
En el número 234 de la carretera de Catabois se situó la “Casa do Terror”, que según valoró el responsable de la asociación, “si no está desde la primera edición, estará desde la segunda o la tercera” y es una de las iniciativas de mayor éxito. Este espacio, que es gratuito, se abrió el martes y este jueves fue el último día que se pudo acceder, una jornada en la que cada año se forman “colas tremendas” e incluso “hay gente que se queda sin verla”, concretó.
En esta XIV edición se mantuvieron los premios a las mejores caracterizaciones, calabazas, portales y carrozas. No obstante, que el jurado esté formado por responsables de Sarao Studio es una novedad, motivada por el traslado de su sede, inaugurada en septiembre, a Catabois. Además, el secretario de ECHO apuntó que esta elección se realizó por no pertenecer a la directiva y por su experiencia “en estos temas de artes gráficas y decoración”.
Las entregas de galardones, que en total sumaron 1.540 euros, se realizaron al finalizar la “Volta das Ánimas” en el café-bar Ipanema. Así, esta cantidad se repartió entre los cuatro concursos. En primer lugar, "Os Chamandus" y "Aquelarre Ampa Belén" fueron las dos comparsas premiadas; "Caníbales de Catabois" y "La cárcel de los malditos", por las carrozas; la caracterización de Celia como catrina, fue considerada la mejor de las infantiles; la de Jorge como "Drácula y sus Draculines" ganó entre las sénior y el portal ganador correspondió al número 613.
Una de las particularidades de este encuentro es su propia moneda, los “cataleuros”, con los que se recompensa a los ganadores de los distintos concursos. Se trata de dinero específico para gastar en los establecimientos asociados a la iniciativa, un total de 26 aparte de los hosteleros. Estos premios, que se entregan en billetes de diez cataleuros, tendrán que ser gastados íntegramente. Con este método, son los propios negocios los encargados de cambiar la moneda del barrio por euros.
En Trasancos, los vecinos organizan, en colaboración con el Concello y el Padroado da Cultura, otra de las celebraciones de Samaín más consolidadas en la comarca de Ferrol, que también tuvo lugar el jueves, en el centro cívico social de San Mateo. En este espacio se ofrecieron varios talleres, una exposición de calabazas y actuaciones musicales tanto para pequeños, a cargo de la banda Gramola Gominola, como para mayores, por parte del Grupo de Gaitas del Padroado da Cultura.
La “Comitiva das Luces e Tebras” sigue la tendencia de realizar un desfile nocturno a la luz de las velas, de la misma manera que se realiza en Cedeira, el punto originario de la recuperación del Samaín en Galicia. Esta ruta, de alrededor de un quilómetro y medio, se efectúa por las inmediaciones del local. Asimismo, la cita volvió a incluir la degustación de caldo y liscos, de la misma manera que se realiza en los últimos años, que fueron elaborados por personal de la Agrupación Veciñal San Mateo de Trasancos.