El pleno municipal de Ferrol rechazó ayer jueves, con los votos a favor de los grupos de la oposición y en contra del grupo de gobierno, la moción del BNG relativa a la conservación de los plátanos de la avenida de Compostela. La propuesta, defendida por el portavoz nacionalista, Iván Rivas, partió de las declaraciones días atrás del concejal de Servizos, José Tomé, que afirmó que estos árboles debían ser “mutilados”, en referencia al estado que presentan muchas de las unidades plantadas en las márgenes de este vial de acceso.

En este sentido, Rivas alegó lo que la vegetación es un instrumento fundamental en el desarrollo de la ciudad, abogando por “adaptarnos a esa riqueza”, recordando que Ferrol tiene un “déficit de zonas verdes”. Asimismo, el representante volvió a afear al gobierno local que el futuro PMUS da más protagonismo al vehículo privado, insistiendo en que estos elementos son también parte del patrimonio ferrolano.

El resto de grupos de la oposición expresaron directamente su apoyo a la moción, señalando el portavoz de Ferrol en Común, Jorge Suárez, que suscribían “punto por punto” las palabras de Rivas; mientras que su homólogo socialista, Ángel Mato, defendió la “renaturalización” de la ciudad y el uso de árboles de gran porte para crear islas térmicas en futuros proyectos como el de “Abrir Ferrol ao Mar”, al tiempo que lamentaba la pérdida de masa arbórea en parques como el de O Inferniño o Amboage.

Por parte del gobierno, la edila de Urbanismo, Blanca García, afeó a los nacionalistas sacar de contexto las palabras del edil de Servizos, afirmando que se refería al mantenimiento. Precisamente sobre este último, también acusó a la oposición de descuidar estas especies durante los anteriores mandatos. De igual modo, García afirmó que la reurbanización de la avenida de Compostela estaba planteada en dos fases, estando la primera ya ejecutada y la segunda incluida en el proyecto del Sánchez Aguilera.

Otras mociones

Respecto al resto de mociones presentadas durante la sesión, la propuesta del PSOE para el cuidado de las personas mayores –incentivada por un incremento en el precio del servicio de atención para los no dependientes– fue aprobada por unanimidad de forma simbólica, dado que, pese a no estar de acuerdo gobierno y oposición, querían mostrar su apoyo al colectivo.

Asimismo, la iniciativa de FeC para implantar un IBI progresivo y bonificaciones para su pago para personas vulnerables fue rechazada por el ejecutivo ferrolano bajo el pretexto de que era una medida ilegal, insistiendo la concejala de Facenda, Susana Sanjurjo, que vulneraba el principio de igualdad y que el Tribunal Supremo ya había rechazado propuestas similares.